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Menorca necesita un mejor trato por parte del Govern de José Ramón Bauzá. No puede demorarse más un análisis detallado de la situación económica de la Isla y de la importancia de medidas concretas para impulsar la salida de la crisis. El trato justo no se basa en una distribución proporcional de los recursos entre las diferentes islas, sino en valorar las prioridades de cada una de ellas. Menorca es la que más sufre la recesión y, por tanto, debe exigir de la administración que gestiona la mayor parte del dinero público un mayor apoyo económico. No tiene sentido la demora de muchas inversiones, ni la morosidad excesiva en la asignación de los recursos. Falta una mayor sensibilidad a partir del reconocimiento de nuestras necesidades y urgencias específicas. El transporte aéreo es otro ejemplo. El Govern adopta una pose favorable a atender la demanda insular, pero no impulsa con energía el cambio necesario. Los políticos menorquines han de ser capaces de ponerse de acuerdo, formando un frente común, para exigir a Palma el reconocimiento de dos cosas: la doble insularidad, que debe ser compensada, y la situación de Menorca como zona deprimida que precisa de medidas excepcionales a corto plazo.