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El día 13 del presente mes, en un telediario, escuche al ministro de Hacienda Sr. Montoro, D. Cristóbal, decir que está pensando en publicar los nombres de los grandes defraudadores de Hacienda, que "ya está bien de miramientos", dijo. ¡Hombre de Dios, Sr. ministro! . Pero si usted… si a usted Sr. Ministro, solo le ha faltado invitar a marisco a los defraudadores, cómo puede ahora decir "no puedo entender tanto sigilo y cautela". Mire, escúcheme, mientras a los que declaran como Dios manda, Hacienda les "rebaña" en según qué casos hasta un 45%, y va usted Sr. Ministro y a los multimillonarios, a los grandes defraudadores que se han llevado el dinero fuera de España, se lo deja usted en un 10%. Se ha publicado que incluso en un 8%, y encima sin preguntar, importándole una higa, de donde salían tantos millones, que a nada Sr. Montoro, que a usted le dé por pensar, fuerza será que caiga en la cuenta, que aquí no hay nadie trabajando que gane tantos millones. Sin trabajar sí, pero trabajando, lo que se dice dando el callo, oiga, ni un ministro, bueno, ni Rajoy. Y ahora, nos cuenta usted esa "vaina" de no entender lo de tanto sigilo y cautela. A buenas horas mangas verdes, Sr. ministro.

¿Y dice usted que ahora está meditando sobre ese último "cartucho" de la vergüenza que pueda causar a los grandes defraudadores verse sometidos al escarnio público? ¡Ay, Señor, Señor, qué cruz! ¡Pero qué buena persona es usted! Ya veo que no sé da cuenta que cierta gente cuando llega a determinados niveles de desvergüenza y de millones, lo que pueden acabar haciendo es lo que ha hecho Calatrava (el arquitecto, digo) llevarse la pasta a otro país, y eso, que el susodicho individuo, representó no ha mucho, la marca de España ¿Sentir vergüenza? Ninguna. Para esos "patriotas" del tres al cuarto, la vergüenza era verde y se la comió un burro.

Pero volviendo a eso de publicar los nombres de los multimillonarios que tienen sus millones por ahí fuera, para publicar eso deberá cambiar la ley que hasta ahora les mantiene en el anonimato. De manera que habría que modificar por lo menos el artículo 95 de la Ley General Tributaria. Pero además, deberá conocer sus nombres, eso es prioritario, y digo yo Sr. ministro, que si conoce usted los nombres ¿por qué no los detiene inmediatamente? ¿No quedamos que defraudar a Hacienda está castigado por la Ley? El Código Penal considera delito fiscal el fraude a partir de 120.000 euros.
Tome nota Sr. Montoro, en EEUU, dicen quienes lo saben, que hubo una vez un individuo de nombre Alphonse Gabriel Capone, más conocido como Al Capone, que hizo todo lo que no se puede hacer al margen de la ley para enriquecerse, y, curiosamente, por eso, jamás pisó la cárcel, hasta que se le ocurrió "choricear" al fisco, o sea, a Hacienda. Entonces, lo trincaron inmediatamente, y no le valieron jueces comprados, ni policías, ni inspectores de Hacienda, y acabó en una de las cárceles más duras de América ¿qué le parece? Pues aplíquese el cuento, señor mío, y déjese de dimes y diretes, más para la galería que para que de una puñetera vez, hacer las cosas como realmente hace años que debieron de haberse hecho.