TW
0

El periodista se está convirtiendo en una especie en vías de extinción. La caída brutal de los ingresos por publicidad, y el reto de convivir con las nuevas tecnologías, han situado a muchos medios de comunicación al borde del abismo, si es que no han caído ya en él.

Un montón de periódicos y medios de comunicación están realizando ERE en sus plantillas, recorte de sueldos, e incluso algunos diarios y revistas han dejado de salir en papel para quedarse solo con la edición digital.

Es un tema muy preocupante, en un democracia defectuosa como la que tenemos, donde los tres poderes se mezclan en lazos de interés difíciles de romper, la información veraz y honesta se hace más necesaria que nunca. Necesitamos al cuarto poder, recordemos como dos periodistas del "Washington Post", Carl Bernstein y Bob Woodward, destaparon el caso "Watergate" que obligó a dimitir al presidente Nixon. El periodismo de calidad, el periodismo honesto, el periodismo independiente, el periodismo de cercanía y compromiso, el periodismo con mayúsculas es hoy en día más necesario que nunca.
No soy un ingenuo y sé que los medios de comunicación son empresas, que tienen que facturar y generar beneficios con los que seguir creciendo y hacer frente a las nóminas de los profesionales y a los retos que van surgiendo. La pregunta sería: ¿vale todo para vender más periódicos?

Algunos medios caen en el sensacionalismo para intentar aguantar sus ventas, otros en el sectarismo más radical alabando y peloteando a su grupo de interés y distorsionando y retorciendo la noticia para criticar los intereses contrarios. Un periódico se debe a sus accionistas, es cierto, pero también se debe a sus lectores.

La objetividad absoluta es un camelo, pero la honestidad no debería serlo. Obviar una noticia, mentir en la cifras, ocultar datos, crear titulares tendenciosos, va en contra de todos los criterios de la ética periodística, y a no ser que el grueso de los lectores de un diario sean de corte talibán, al final el lector debe hacer una reflexión de si lo que está leyendo son noticias o anuncios publicitarios y propagandísticos. Leer solo a los afines al final nos puede empobrecer, leer a los afines y a los que no lo son nos enriquece sobremanera, porque en el debate está el camino hacia la mejora, lo otro nos lleva a una endogamia perniciosa que conduce al pensamiento único.

Los grupos de comunicación, los dirigentes de las empresas de la información se deberán preguntar por qué cada vez más ciudadanos navegan por la Red para buscar información, por qué se buscan medios independientes y libres que no sean esclavos de los grupos de opinión más poderosos.

Los medios honestos, los medios que opten por la calidad de su información, los medios que cuiden y respeten a sus seguidores como ciudadanos con espíritu crítico y no como hooligans rabiosos incapaces de reflexionar, los medios cercanos a los problemas reales que viven sus conciudadanos, resistirán este desafío tan descomunal, y ya sea en papel o en una tablet conseguirán sobrevivir para entrar en una nueva era de la información
Así que permítanme, queridos lectores, que mande un abrazo fuerte y solidario a todos los profesionales de la información que al contrario del viejo dicho: "no dejes que la verdad te estropee una buena noticia", optan por la verdad y la honestidad como referentes de trabajo, les necesitamos.