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Llámenlo como quieran. El problema nunca viene directamente de los nombres sino más bien de los verbos. El verbo no se puede cambiar por muchos que sean los nombres que se le ponga a uno, lo que sucede es lo que pasa y no hay otra. ¿Rescate?, ¿apoyo financiero?, ¿préstamo óptimo? Qué importa, hablemos mejor de las condiciones, de en qué consiste y de cómo y quién lo paga, y de quién y por qué tiene la responsabilidad, cuando no la culpa, de haber llegado hasta este punto de no tener más remedio que estar agradecidos a la mano que agarra por el cuello.

Porque Rajoy está agradecido, por no decir que satisfecho y casi pletórico. "No está bien decirlo pero en todo caso era yo el que presionaba" eso dijo el hasta hace nada lenguaraz líder de la oposición y ahora lacónico presidente de gobierno, que era él quien había conseguido el rescate, o la ayuda, o el remedio, que había sido por medio suyo que las condiciones no sólo resultaban ser las mejores para estos casos sino buenas en cualquier otro. Así que después de meses y meses con los mercados poniendo piedras en el camino y después de tropezar con cada una sin caer del todo al suelo ni en la forma de esquivarlas, llega la que finalmente logra tumbarnos y Rajoy se postra orgulloso a los pies de su fracaso simulando estar descansando sobre un confortable éxito.

Y no lo es. Deber más dinero del que se debía nunca es bueno. Pagar la deuda antigua con otra nueva no resuelve ningún problema sólo retarda los síntomas, se programan para más tarde y peores. Hoy se puede respirar más aliviados que ayer, es cierto, pero mañana faltará más aire y será peor la asfixia. Pero no importa porque últimamente mañana queda muy lejos y vamos de hoy en hoy desvalijando cualquier futuro. Querer vender como éxito propio que tus acreedores encuentren la forma de que les pagues y encima más, es ser muy ingenuo o pretender que los demás lo sean, lo cual es más ingenuo todavía.

La realidad es que Alemania ha encontrado la manera de hacer lo mismo que en Grecia pero que parezca otra cosa. Allí primero rescataron, luego recortaron, luego llegaron las protestas y todavía siguen sin encontrar mejoría en sus problemas. Aquí pasa lo mismo pero al revés, primero llegaron los recortes, luego las protestas y finalmente el rescate y ninguna mejora. Y es verdad que no se altera el producto (sobre todo el Interior Bruto) pero al menos así como lo ha hecho Rajoy en España, la culpa parece más autóctona. Sin embargo la sonrisa patriótica de Merkel es igual de amplia en ambos casos.

¿Y es que cómo va a salir Europa de la crisis si la crisis se aviva con lo que resopla Europa?, ¿cómo salir juntos tantos países de la mano si nadie siente la nacionalidad europea, si cada uno se lame las heridas en su lengua y escupe veneno a las otras?. Está saliendo EEUU porque su Banco se siente americano. Está saliendo Gran Bretaña porque su banco se siente británico. Pero no sale Europa porque su banco se siente alemán, porque lo es, porque presta euros y se cobra marcos.