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Nos cuentan los científicos que el Universo viene gobernado por cuatro fuerzas (las radioactivas fuerte y débil, la electromagnética y la gravitatoria), aunque ahora parece que en realidad son cinco. La quinta es lo que llaman la Materia Oscura, algo que no se ve por manifestarse como pura energía y que siempre es repulsiva. Ésta, la Oscura, ejerciendo la repulsión en todas direcciones, es por lo visto la responsable de la expansión del Universo. Si esta materia supera en cantidad una determinada constante, su fuerza dominará sobre la gravedad colapsante y el Universo se expandirá eternamente.

La Materia Oscura, repulsiva siempre. Algo así como la quintaesencia del rechazo.

Pero de lo muy grande volvamos a lo muy pequeño; a esta orilla del Universo que es nuestra Tierra, nuestro hogar. ¿Cuánta Materia Oscura o sea: corrupción social, económica y política existe en España para que el rechazo a esto que llaman democracia sin serlo casi ya, llegue a mayores? ¿Cuánta Materia Oscura, repito, habrá para que la población pida, engañada, la venida de un Cirujano de Hierro que extirpe el Cáncer del Cuerpo Social? Todos los síntomas parecen apuntar a que la Tierra es semejante al Universo y que la cantidad de Materia Oscura es suficiente como para que la vuelta de los totalitarismos sea un hecho casi inevitable. Ya asoman algunos la cabeza, como la bestia parda esa que apareció en Grecia en rueda de prensa, rodeada de matones musculosos y poniendo firmes a todos los periodistas (bueno, a todos menos a una). Luego en Francia está la walkiria le Pen... y seguro que los de aquí ya están también velando el trabuco y cantando aquello de "die Zukunft gehört mir".

Cuidadín, cuidadín, que la Historia se repite con facilidad y la situación actual es como un periodo de Entreguerras tras la crisis del 29, pero con móviles e internet. Ya lo dije una vez: cuando la burguesía ve peligrar el sistema, su sistema, se echa en brazos del fascismo, ejerciendo de aprendices de brujo y liberando una serie de fuerzas que luego escapan a su control.Otra cosa: ¿Cuántos demócratas de toda la vida, de estos de ahora, aceptarían entrar en un gobierno salido de un golpe de Estado fascista? Piensen, piensen... Seguro que se les ocurre alguno.

Y lo peor es que la gente común está carente de perspectiva, porque ya se han encargado algunos de quitársela, desde sistemas educativos basados en los cerros de Úbeda y el argumento de autoridad, que no fomentan precisamente la crítica y el librepensamiento. El subproducto de esta educación alienante es el que puede colaborar en el colapso, con una estrechez de miras rayana en la ceguera; una ceguera tan peligrosa como la de aquellos que dirigen el Mundo y no se dan cuenta de que, si se aprieta la tuerca demasiado, el tornillo se acaba rompiendo. Claro que algunos obtienen beneficios de los tornillos rotos.

Item más: ¿Es qué no es ceguera seguir votando a los mismos, a los responsables de esta situación crítica? Ceguera lleva a ceguera y la siguiente puede ser el aplauso al dictador. Claro que si los que votan no lo hacen a éstos ¿a quién? ¿Es qué acaso hay piezas de recambio? Ya se vio que no una vez, cuando Primo de Rivera (padre) creyó que podría regenerar la política con 'homines novi', y ya sabemos lo que pasó. Al final los mismos perros con distintos collares. No había piezas de recambio en el almacén y a los Diadocos sucedieron los Epígonos.

Total: República, Guerra (in)Civil y los Cuarenta Años.

No, no es la democracia la que está enferma, lo están esos que se llaman a sí mismo demócratas y en realidad no lo son.

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