El voluntariado juvenil como paradigma de una nueva era

Casi cada día del año está dedicado a conmemorar algún movimiento social o algún proyecto solidario. El 5 de diciembre fue escogido por la Asamblea General de la ONU, en 1985, Día Internacional del Voluntariado.

Ser voluntario es una actitud y una aptitud. Como actitud es un sentimiento ligado a la generosidad innata que tiene el ser humano como tal, es una forma de ser, incluso me atrevo a decir que es una "necesidad" de aproximación generosa al otro y de formar parte del proceso de creación de lo que denominamos "bienestar social".

Como aptitud conforma un reto personal, es "la acción", la puesta en marcha de ese sentimiento de ser con el otro y hacia el otro, de construir un mundo mejor, una sociedad más justa.

Como consellera de Bienestar Social y Juventud, no sólo no puedo eludir la responsabilidad de facilitar un campo de acción a todo aquel que quiera expresar su aptitud y su actitud altruista, si no que he de facilitar su descubrimiento.

Por otra parte, el voluntariado es la manifestación de la generosidad y esta es, a su vez, un valor clave para la convivencia y para el crecimiento de la persona. Por ello hemos de sembrarla en los más jóvenes y hemos de darles la gran oportunidad de descubrirla y de vivirla.

Sin pensarlo hemos hecho creer a los jóvenes que ser voluntario consiste en viajar a un país lejano y vivir la aventura de mezclarse con los más necesitados del planeta. Ciertamente esta experiencia tiene mucho de positivo pero para llegar a ella se ha de recorrer un camino que ayude a desarrollar los valores del voluntariado.

Desde el Departamento de Juventud de la Conselleria lo tenemos claro y por ello cerramos este año 2011, Año Internacional del Voluntariado, con el compromiso firme de trabajar con los jóvenes los valores básicos de la generosidad y el altruismo. Porque los jóvenes son el futuro, porque creemos que ellos son los protagonistas de un nuevo paradigma que acompaña a un cambio de Era en la que confiamos predomine la solidaridad y el trabajo firme por el bien común.