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Hoy toca el último escrito de la serie "La energía que consumimos" y como no podría ser de otra manera cerraremos con el análisis de Menorca.

Muchos de los "hijos adoptivos" que vinimos, vivimos y sentimos la isla, llegamos atraídos por un lugar mágico. Una mezcla de paisaje verde, tesoro cultural y acervo histórico, cuyos habitantes actuales y pasados preservaron. Un territorio tan valioso que la convierten en joya preciada. Una esmeralda en el centro del Mediterráneo, que bien merece el distintivo de Reserva de la Biosfera.

Como saben, este distintivo no otorga ni más ni menos beneficio, que el de ser un lugar reconocido mundialmente por la UNESCO. Aún diría más, no sólo es un privilegio si no, también es una obligación moral con las generaciones futuras. Los que hoy disfrutamos este territorio, debemos sentir el compromiso de preservarlo como nos lo entregaron los anteriores moradores.

Como ocurre normalmente, hay variedad de opiniones sobre esta idea. He llegado a escuchar que ser Reserva de la Biosfera no ha servido de nada. Mi opinión, al margen de si ha sido útil o no, es sencilla, se basa en dos afirmaciones. Primero, no cabe duda de que es mejor tener el reconocimiento que no tenerlo. Segundo, el hecho de serlo no es suficiente, hay que actuar de forma coherente.

Me explico un poco más. Las Reservas de la Biosfera según UNESCO están consideradas como "lugares de excelencia donde novedosas y óptimas prácticas de gestión de la naturaleza y de las actividades humanas deben avanzar hacia un desarrollo sostenible integrado". Actualmente hay 580 Reservas de la Biosfera en 114 países del mundo que ocupan algo más de 5 millones de km2, un territorio 10 veces superior a España, que representa poco más del 3% de la superficie útil de la Tierra. En definitiva, Menorca pertenece al selecto grupo de los territorios excelentes y debemos actuar en consecuencia.

Debemos actuar en todos lo ámbitos relacionados con la gestión de la biodiversidad y de las actividades humanas, entre ellas la energía, que sin duda es una de las bases de la economía. Hay que apostar por una energía más eficiente y limpia, y hasta ahora este asunto se ha dejado de lado.

Tanto, que más del 90% de la energía que se consume en Menorca es de origen fósil y la factura energética anual de la isla es superior a 200 millones de euros. Pensemos por un segundo, el vuelco que supondría para nuestra economía invertir si quiera un 10% de esta cifra en producir la materia prima energética en la isla.

Pero analicemos según los 3 tipos de uso, el porqué se gasta tanta "energía gris" y tan poca "energía verde" en nuestra "Perla del Mediterráneo", unos de los 580 sitios más excelentes del mundo.

De toda la energía eléctrica que consumimos en 2009, aproximadamente un 78% se produjo en la planta de combustión de fuel y gas fósil ubicada en la Colársega del puerto de Mahón. Un 18% provino de Mallorca a través del cable eléctrico que nos une y tan sólo un escaso 3% se produjo de forma renovable en los parques eólicos y fotovoltaicos de la isla.

De la energía para el transporte que consumimos, la casi totalidad proviene de carburantes derivados del petróleo. Los bio-carburantes como el etanol o el biodiésel, sin el debido apoyo y difusión, tardan bastante en hacerse habituales entre los usuarios.

Por último, la energía usada para calentar y climatizar nuestros edificios e industrias proviene fundamentalmente de calderas de gasoil, gas fósil o equipos eléctricos. Tan solo de forma dispersa se usa leña o pellets como fuente de calor y siempre en cantidades muy inferiores a los dos tipos anteriores. El uso de este tipo de energía en Menorca no sobrepasa el 5% de todo el calor generado.

Así que, malas noticias! Esta es la situación, poco halagüeña por cierto, de cómo es la energía que gastamos en Menorca.

Siento mostrarles un panorama tan "gris" pero es el que hay, y se preguntarán - ¿Cómo es posible? ¿Hay soluciones reales y económicas?, y si las hay, ¿por qué el gobierno no las pone en práctica?... Bien, a todo esto, debo decirles que no todo son noticias flojas, también las hay buenas. Sí, hay soluciones y las podemos poner en práctica de forma individual. Además ahorraremos bastante dinero y seremos mucho más verdes.

Pero, siento decirles que no se las voy a contar hoy, ya he consumido todo el espacio que tengo para escribir, así que me reservaré para el próximo número (por navidad), donde les ofreceré una lista de "Recetas para participar en el cambio energético de Menorca" que podrán poner en práctica desde cada una de sus casas…

Gracias una vez más, les invito a seguir leyendo y que la bioenergía y el ahorro les acompañe.
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http://rhoodenergetico.blogspot.com/