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La información del pleno del Ayuntamiento de Maó no estaba ayer entre las diez más leídas de "menorca.info". A las 19 horas tenía un comentario. En la sala de plenos había una docena de personas, las que sumaban los asesores del equipo de gobierno, los informadores, una empleada municipal y un par de personas con lazos afectivos con concejales. Por vocación pura no había nadie. Nadie. Por contra, el tema más importante que se abordaba llena muchas páginas, el famoso IBI. Es una prueba más de que las subidas y bajadas de este impuesto sirven para que los políticos se llenen mucho la boca pero tienen un efecto muy relativo en las economías familiares. No son mucho más de lo que cuesta una cena para quien tiene una propiedad media (en algunos casos una merienda), ni mucho más de lo que cuesta un bolso caro para quien tiene una gran casa. El tema del IBI es muy importante para el Consistorio, sí, clave, y no más que una lavadora que se estropea para el ciudadano medio. Porque el debate no es si este ciudadano paga tal o cual, el debate es si lo que ingresará el Ayuntamiento será o no suficiente para prestar buenos servicios. Pero eso quedó oculto el martes entre un PP que sigue sobreactuando en su táctica de demonizar a la oposición por la herencia dejada, y un PSOE que busca su sitio abrumado ante una avalancha de reproches, alguno un poco marciano. Por cierto, ¿sobre el IBI se hará consulta popular?