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Es época para vacunarse contra la gripe, nos dice Sanidad. Y es una lástima que, otros ministerios u organismos, no nos recuerden más a menudo que también es época, ya hace tiempo que lo es, de vacunarnos contra muchos otros males o enfermedades. Sería preciso vacunarnos contra la insolidaridad y contra diversas formas de ser y comportarnos, enfermedades que por lo visto jamás han encontrado cura alguna. Muchos de nuestros representantes políticos deberían vacunarse contra la "lenguitis vulgaris", enfermedad cuyos síntomas se manifiestan por ese decir y expresarse en términos ofensivos y degradantes que a nada conducen.

También contra la "fantasmis persecutoria" que lleva, a quien la padece, a ver fantasmas por doquier buscando sus cabezas detrás de cada frase pronunciada por su oponente. Otra muy conocida es la indicada para casos conocidos como "diarreis mentalis crónica", utilizada especialmente en mítines de precampaña electoral, en los que todos dicen más o menos lo mismo, todos dicen lo contrario del otro, donde se promete el oro de arcas vacías y donde el pueblo oyente, que sabe sobradamente qué y a quién va a votar, no se entera de casi nada. Si todavía no está usted vacunado, aún no es tarde, hágalo cuanto antes, por su bien y sobre todo por el bien de los que le rodean. No hacerlo no le causará la muerte, pero durante varios meses padecerá usted de una idiotez apabullante. ¡Ah, se me olvidaba, no se venden con receta porque las farmacias no están para muchos lujos!