04/08/11 0:00
Es demasiado fácil disparar con la pólvora ajena instalado en un despacho de la administración pública y además hay muchos incentivos para ello. Los derrochadores, de cualquier signo político, lo tienen casi todo a favor: pueden ofrecer más servicios, contratar a más personas, hacer más cosas, comprar de todo, ser generosos con el cuarto y el quinto mundo y llenarse así la lengua de realizaciones, coleccionando de paso panzas agradecidas. Gasta que te gastarás, duermen tranquilos pues de noche la estampita de Keynes les susurra que con el dinero de todos están haciendo mover el mundo.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.