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Escribir es como lanzar al mar un mensaje dentro de una botella. Nunca sabes a dónde puede ir a parar o quién te va a leer. En el inmenso océano que representa internet las posibilidades de que tu opinión o artículo –si nos ceñimos a la prensa– llegue a playas lejanas son tantas como ordenadores hay conectados a la red. Uno escribe sobre la promoción de un equipo de fútbol menorquín y al cabo del tiempo se puede encontrar un comentario a la noticia como el que sigue: "Soy una chica de Costa Rica a la que le gusta jugar al fútbol". A continuación da sus datos por si alguien está interesado en contratarla. No hay fronteras y el tiempo tiene una caducidad relativa.

Además de los fieles que diariamente reciben el correspondiente RSS o tienen en sus favoritos su diario de cabecera, los potentes buscadores lanzan al mundo cada una de las palabras clave de lo que, por ejemplo, estoy escribiendo ahora. Esto abre una puerta al infinito desconocida hasta hace pocos años. No importa en qué fecha publicaste algo. Esta maravillosa e inquietante mezcla de Ciencia, Matrix y Gran Hermano guarda en su memoria cada uno de tus aciertos o errores.

Los lectores de nuestro digital proceden mayoritariamente de Menorca, Palma, Barcelona y Madrid. A modo de ejemplo, de las 254.103 visitas registradas durante el mes de mayo 138 correspondieron a ciudades españolas y el resto llegaron de 113 países. En el ranking internacional, ocuparon los puestos de cabeza Gran Bretaña, Estados Unidos, Italia, Francia, Argentina, Alemania, México, Holanda, Colombia y Bélgica, por citar sólo los diez primeros territorios interesados en lo que se cuece diariamente en esta isla del Mediterráneo. También están algunos fieles amigos de Tailandia, China o Australia que no se pierden detalle. Pero a medida que repaso el informe salta la duda: ¿Quién nos lee desde Kazajistán, Albania, Irán o Malawi? Dejando de lado la curiosidad, empieza a pesar la responsabilidad. De hecho, no pocos comentarios llegan desde otro continente cuando nuestra actualidad ya es pasado.

Desconozco si alguien ha contestado a la futbolista de Costa Rica. Pero, como díría el maestro Aute, para ella la noticia de nuestro hoy "fue el mañana de ayer".