Carta a mi hija

Querida Begoña: Estoy escribiendo esto a las once de la mañana del sábado y esta misma tarde, vas a tomar posesión de tu cargo de Concejal del Ayuntamiento de Mahón. Cuando me leas se habrá hecho realidad algo que me gustaría tuvieras siempre presente. Es un gran honor para cualquier ciudadano poder hacer algo por la ciudad que lo ha visto nacer y debes hacerlo bien y honestamente para satisfacción de quienes han puesto en ti su confianza. Si vas a la política como un servicio y no como un interés podrás dormir sin remordimientos y levantarte cada mañana con hambre de hacerlo mejor. No puedo esconder la satisfacción de saber que vas a trabajar en un área de carácter social y se, porque lo has mamado desde pequeña desde el ejemplo que he intentado transmitirte durante los veinticinco años que estuve como presidente de UNICEF, que vas a volcarte en cuerpo y alma para que el más necesitado sea el que más apoyo reciba. Tu preparación y seriedad profesional, tu tozudez hasta límites insospechados como buen "tauro" que eres, esa rebeldía que siempre has demostrado ante la injusticia, el chanchullo y las medias tintas, así como esa gran capacidad y sensibilidad en saber escuchar, se que te van a servir como armas valiosas para conseguir tus fines. No veas a tus adversarios políticos como enemigos ni pagues jamás con la misma moneda cuando alguien te la lance a la cara. Confía siempre en el diálogo y tus buenas maneras para que tus actos y decisiones, siempre se muevan dentro del paréntesis de la democracia y apuesta siempre por la verdad aunque para ello, algunas veces, tengas que bajar la cabeza, pedir perdón y reconocer tus imperfecciones. Buena suerte en este viaje y no olvides rodearte siempre de buenos grumetes. Cuando se va en un mismo barco, todos son marineros y todos son necesarios, o así tendría que ser. Un beso muy fuerte de tu padre.