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Todos sabemos que existen determinadas tácticas para distraernos, para apartarnos de los problemas cotidianos, para que no nos comamos tanto el coco. Unas nos llegan por acontecimientos inevitables como pueden ser las importantes catástrofes de todo tipo y servidas por la propia naturaleza y otras metidas con calzador, menos naturales, algo más prefabricadas, como los acontecimientos deportivos o determinadas noticias con signos de admiración. Llevamos unos días, puede que demasiados, desayunando, comiendo y cenando con las explosivas fotos y comentarios de la candidata a política Sole Sánchez. Si esta señora hubiera desarrollado su especial campaña entre tribus de bosquímanos donde el despelote es obligado y necesario, seguro que no solo hubiera triunfado sino que muy probablemente hubiera sido elegida por unanimidad reina de la tribu o sea, lo que aquí llamaríamos alcaldesa que es para lo que intenta ir la susodicha. Pero Ciutadella no es un poblado salvaje aunque en más de una ocasión su clase política se pase en eso de hacer el indio. Y mientras el resto de "ciutadellencas" y las izquierdas progresistas y liberales se rasgan sus vestiduras ante semejante escándalo, cuidando, eso sí, que al rasgárselas no dejen ver por accidente ni un cachito de sus "argumentos", aquí nos tienen ustedes al resto del personal sin saber si seguimos en crisis, si sube o baja el paro, etc, etc, todo porque, como dice el dicho, "tiran más dos tetas que dos carretas". "Déu meu quin país!"