La niebla no es olvido...

Me cuesta como nunca nombrar los árboles y las ventanas..." Así , como en el poema "Hombre que mira a través de la niebla" de Mario Benedetti, arrancaba una semana en esta isla acostumbrada a desaparecer bajo la bruma que deja campos y pueblos bajo un manto húmedo de melancolía y misterio. Amanecía el lunes 7 con una premonición bajo el brazo: días difuminados por las dudas y espesura que han envuelto buena parte de la actualidad informativa menorquina. A partir de la inquietante belleza de un fenómeno natural nos hemos topado con un muro por el que se cuela la Fiscalía Anticorrupción y con una nube de malos humos que ha generado la Ley Antitabaco. Para mí no es siempre fácil decir, como al escritor uruguayo, "yo sé quién es quién detrás de ese telón de incertidumbre", pero para muchos de nuestros lectores sí. En la pantalla del ordenador, como si de un cristal empañado se tratara, han dejado dibujado con sus dedos el rostro del enfado, la reflexión o la polémica. La Ley Antitabaco, el contrato para la reforma de Can Saura de Ciutadella y el parque solar de Son Salomó han dado para mucho. También para bastantes personas la perspectiva de un centro comercial y de ocio en Sa Tanca de Sant Lluís supone la misma sensación que cuando el sol llena de luz el paisaje, aunque para otros es la angustia que deja el crepúsculo.