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Vivimos obsesionados con todo tipo de ranking o clasificación. Queremos ser los primeros en todo o no ser los últimos en nada. Ahora va y sale el informe PISA, que compara las destrezas en lectura, matemáticas y ciencias de los chavales de 15 años, en 65 países diferentes. Ya hay quien ha dicho que los resultados en España son mediocres, aunque varían según las Comunidades Autónomas: Baleares está entre las peor situadas. Y todos sabemos que de la educación depende nuestro futuro.

Yo subí una vez a la Torre de Pisa, cuando era joven. –¿Será seguro? –decían algunos que venían conmigo. En realidad, es el campanario de la catedral y empezó su construcción en el año 1173. La idea era hacerla recta, pero empezó a inclinarse pronto. La escalera interior que nos pateamos (éramos jóvenes) consta de 294 escalones. Mide casi 56 metros y su construcción se desarrolló en tres etapas durante un periodo de 200 años. Parece que el problema empezó por unos cimientos débiles y un subsuelo inestable. Como tantas cosas.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército de los Estados Unidos destruyó todas las torres cercanas debido a la amenaza que suponían los francotiradores desde esas posiciones. Se programó la voladura de la Torre inclinada, pero una orden de retirada en el último instante la salvó de la destrucción.

El gobierno de Italia solicitó ayuda en 1964 para prevenir su derrumbe, y el 7 de enero de 1990 fue cerrada al público como medida de seguridad. Tras un trabajo de reconstrucción de 10 años para tratar de reducir el ángulo de inclinación, se volvió a permitir la entrada el 16 de junio de 2001. La torre ha sido declarada estable para otros 300 años, por lo menos.

Volviendo al tema de la educación. Sepan que los primeros de la clase, en todas las pruebas, son los alumnos de Shangai (China) y que los europeos mejor situados son los finlandeses (el bello país de Nokia) que sólo tiene un 5% de repetidores. Nosotros, el 36%. Lo que se mide no son contenidos concretos de ninguna asignatura sino competencias básicas para interpretar y aplicar lo aprendido. Tanto en China como en Corea del Sur los alumnos mantienen una disciplina que nosotros no aguantaríamos. La presión y la competitividad son enormes.En España, la educación sigue siendo un tema partidista que depende del gobierno de turno y de las diferentes leyes que nacen sin el consenso social y político necesario. Esa inestabilidad, hace muy difícil mejorar en lo esencial, que es una tarea de todos.

Hemos visto el informe. El próximo está previsto para el año 2012. Por los resultados obtenidos, parece que no se nos da muy bien interpretar cifras y gráficos, y en lectura comprensiva tampoco vamos muy sobrados. Así que nadie ha entendido nada.