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La deuda del IB-Salut con las farmacias menorquinas alcanza los cuatro millones de euros, la que mantiene con las agencias de viaje se acerca a dos y la que ha contraído con proveedores diversos suma una cantidad imprecisa pero importante. La Conselleria anuncia que hasta el próximo ejercicio económico, en enero, no podrá afrontar los pagos pendientes y ha pedido colaboración para que no se vean interrumpidos los servicios que presta. El agujero financiero en la sanidad balear es tan perceptible como preocupante y obliga a establecer medidas antes de que se produzca una amenaza de colapso.

La contención presupuestaria aplicada por el Govern en todos los departamentos aparece como causa inmediata del problema en una Conselleria que no puede recortar en la misma proporción las prestaciones que ofrece, si bien la raíz profunda tal vez deba buscarse en la pésima financiación autonómica que arrastra Balears desde hace muchos años. La falta de liquidez se ha agravado además en un momento que concentra el mayor esfuerzo inversor en infraestructura sanitaria que se ha realizado jamás en esta comunidad con la construcción reciente del "Mateu Orfila" y el nuevo hospital de Son Espases.