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Sobran:
faltan

Sobran: quienes afirman que sobra el modelo socio económico neoliberal y dicen que es necesario repartir la riqueza. Lo sostenía Pereira la semana pasada. Para ellos, la riqueza no se crea ni se transforma; sólo se reparte.

Sobran: incapacitados para ofrecer alternativas viables. Se limitan a decir que algún día tendrán que pasar a la defensiva, porque el sistema que los mantiene está en crisis. Lo dijo el liberado de dar un palo al agua.

Sobran: mentes obtusas como la del señor de Algaida, quien en el diario Mallorca del domingo 26/09 declaraba: "Me he sentado mucho con los hoteleros, porque quiero que la gente tenga trabajo. Cien mil empleos creará don Xisco entre picada y banquete". ¡Beníssim!

Sobran: doctores honoris sin causa que gestionan un hospital y a pesar de su corta existencia, tiene una trayectoria envidiable. Operan la mano sana a una niña; seccionan una arteria a Roser Sánchez Sendra con mortal resultado; seccionan la femoral a don Jordi Llorens, quien si se descuida, cría hoy malvas en el huerto de los callados.

Sobran: personajes -como el anterior- que en función de un carné político, son nombrados cargos de confianza. En el momento oportuno, es nombrado vía dedo para gestionar la cultura illenca. ¿Qué tendrá que ver el cemento con la cultura?

Faltan: personalidades capacitadas, para garantizar el buen funcionamiento sociopolítico. Mentes con los conocimientos suficientes que partiendo de la realidad -no la suya- aporten lo necesario para que entre todos, saquen al País del paro, puesto que perdió el timón la nave y el palo mayor cayó sobre nuestras cabezas.

Faltan: mentes aunque no prodigiosas, sí con claridad de ideas -no partidistas- y visión del presente. ¿De qué sirve pensar en futuro si el presente no está resuelto? Huir hacia delante, es lo que ha hecho el Señor de La Moncloa. Así estamos hoy. Con el agua al cuello.

Faltan: emprendedores. Existen. Mas, con este Gobierno, ¿quién arriesga su patrimonio? Una política de ayuda al pequeño /mediano empresario basada en la subvención conduce al fracaso porque crea un círculo vicioso. Únicamente sirve para que el político repartidor de turno se luzca: asegurándose de paso el próximo voto.

Faltan: verdaderos políticos de gestión, no de salón. En Sa Roqueta, abundan. Inundan todos los nacionales/internacionales eventos donde cualquier producto menorquín se presente. Acaparan el protagonismo dejando en segundo plano al verdadero impulsor: el productor. ¿Será el peaje que hay que pagar por la subvención? Será. Entonces resulta parecer que ellos son quienes fabriquen zapatos, artesanía, bisutería, etc. Cuando el producto tras su lanzamiento no tiene rotación de la demanda, suelen decir los "técnicos" que no se supo vender. Usted no se lamente, sufrido emprendedor. Le darán otra subvención "i tot aclarit".

Bartolomé Ruz Sánchez
Ciutadella