Reforma que algo queda

Los acuerdos llevados a cabo entre los "padres de la criatura" (entiéndase por criatura la futura cárcel) me tranquilizan y me asombran al mismo tiempo. Ahora resulta que lo problemático, lo que afea, vamos lo que se conoce ahora como "impacto visual" es el tamaño de su torre de vigilancia. Bueno es saber que alguien ha caído en la cuenta que lo que afearía sería eso y no el conjunto ni mucho menos la filosofía de su contenido y su ubicación. Si los técnicos han llegado a esa sabia conclusión significa que el resto será un auténtico paraíso visual. Y menos mal que se va a meter mano a la torre antes de que alguien proteste u opine sobre su funcionalidad, que no están los tiempos para dar mucha caña a todo lo que sobrepase de los tejados y que sirva para controlar. Acuérdense de las torres de control de los aeropuertos, de las huelgas de sus ocupantes y del caos que organizaron. Ya se que en este caso muchos dirán que las comparaciones son odiosas, pero también por esas mismas torres, cientos de miles de personas se sintieron durante un tiempo, en sus aeropuertos, como algo prisioneras. ¡Clotellada a tanta torrecita!