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El presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, se refirió ayer tarde, en la intervención que pronunció en el acto institucional de la fiesta de San Antoni, al principal problema y demanda social en Menorca: vivienda digna a precio asequible. Manifestó que es preciso incrementar el alojamiento público, o sea, construid más vivienda protegida, y, al mismo tiempo, detectar el alquiler turístico clandestino para combatirlo y erradicarlo. «Una vivienda turística ilegal es un hogar menos para quienes quieren vivir en la Isla», aseveró Vilafranca, que subrayó su apuesta a favor de un modelo de ordenación territorial inspirado en la sostenibilidad, que permita llevar a cabo actividades económicas en un territorio insular declarado Reserva de Biosfera y también dar facilidades a quienes emprenden nuevos proyectos e inversiones. El presidente de la primera institución política menorquina propugna huir de los mensajes catastrofistas que «nos proyectan como un territorio hostil y poco acogedor». Las palabras de Vilafranca, inspiradas en la serenidad y en la lealtad institucional, reclaman medidas que han de ser objeto de un gran acuerdo político y social con los partidos y la sociedad civil.