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Los departamentos de Urbanismo de casi todos los ayuntamientos de la Isla tienen un volumen de trabajo que no pueden atender en los plazos normales y, en algunos casos, legales. El alcalde de Ciutadella, Llorenç Ferrer, ha puesto la mejora en Urbanismo como una de sus prioridades de gestión. Posiblemente no bastará crear la figura de un director, pero ya es un paso en la dotación de medios de una administración que arrastra la revisión del Plan General, que demora excesivamente la concesión de licencias de obra y que tiene dificultades para impulsar proyectos urbanísticos prioritarios. Las peticiones de legalización de los hortals puede representar un volumen tan elevado de expedientes que puede provocar un colapso sobre un servicio saturado.

La situación de Ciutadella no es exclusiva y en Maó su Ayuntamiento sufre problemas similares para informar y resolver los expedientes que se acumulan. Por eso es importante    antes de dar más trabajo a estos departamentos intentar poner los medios necesario para que el mal servicio no repercuta en los ciudadanos y en los promotores de obras, que sufren demoras desincentivadoras que perjudican la economia.