Por tercera vez el farmacéutico José Ramón Bauzá, que presidió el Govern entre 2011 y 2015, anunció ayer que deja la vida política. Quien tiene el triste honor de haber llevado al Partido Popular de Balears a su peor resultado electoral y de haber provocado la mayor manifestación en la historia del archipiélago, en contra de la aplicación del modelo lingüístico del TIL, continua instalado en su habitual inconsciencia.
Los ciudadanos leen, con estupefacción y sorpresa, como quien desempeñó el primer cargo político de estas Isla afirma en su cuenta de X, el antiguo Twitter: «Ha sido una época apasionante, he conocido a profesionales increíbles, he aprendido, he viajado y encima he refrescado el francés y el alemán... vamos, que me lo he pasado como un niño!!!».
Con estas infantiles manifestaciones, Bauzá admite como entiende y vive la política. Tras su abrupta salida del PP-Balears, donde perdió la batalla frente a Gabriel Company pero fue designado senador, fue fichado por Albert Rivera -otro náufrago de la política española- para concurrir en las listas de Ciudadanos a las elecciones europeas de 2019. Bauzá ha sido un hombre controvertido, marcado por las polémicas y los conflictos. Entre ellos, guerras fratricidas en el PP, denuncias por acoso laboral e implicación en el escándalo de los sobornos de Qatar. Un político sin credibilidad ni futuro.
