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El Cercle d’Economia de Menorca denuncia hoy que la industria del calzado insular es un sector seriamente amenazado y «con el riesgo de acabar desapareciendo del todo en los próximos diez años si nada lo impide». Una amenaza que se cierne sobre 900 puestos de trabajo y una facturación conjunta anual que asciende a 80 millones de euros.

Esta grave situación, lejos de hallar vías de solución, se vuelve más irreversible. Los motivos se acumulan y acentúan. Así, han aumentado los sobrecostes y los problemas estructurales derivados de la doble insularidad, con subidas de las materias primas y el transporte del producto manufacturado. Otras cuestiones que agravan la crisis son los cambios de criterio del Gobierno sobre los fijos discontinuos y la nueva legislación que regula la morosidad. Y preocupa especialmente la falta de relevo generacional así como la mano de obra especializada para dar continuidad a la tradición zapatera menorquina.

Un escenario muy preocupante que reclama medidas para revertir esta situación. Evitar el cierre de fábricas y dinamizar el sector del calzado necesita una hoja de ruta que implique a todas las administraciones y la sociedad  menorquina en su conjunto.