En contra del criterio expresado por el Consell, los ayuntamientos de Menorca y el Parlament, con una arrogancia que no se comprende ni es admisible, el ministro de Transportes, Óscar Puente, se negó en el Senado a atender lo que es un clamor social y político de toda Menorca.
¿A qué obedece la obcecación y empecinamiento con que están actuando el Ministerio, AENA y Enaire, al negarse a dar su brazo a torcer en lugar de insistir para que Menorca sea conejillo de indias para implantar un sistema de control remoto del tráfico aéreo? ¿Por qué el ministro Puente proclama que no se va parar», desoyendo y desairando en la Isla a su propio partido, a un incómodo PSOE?
Menorca necesita, y se merece, una nueva torre de control, tal como reclamó ayer el Senado al exigirla al Gobierno del que forma parte Óscar Puente, gracias a la gestión del senador Cristóbal Marqués. AENA no puede continuar instalada en la opacidad. Las deficiencias que presenta la actual torre de control, una de las más antiguas de España, construida en 1968, exigen la dotación del aeropuerto con unas nuevas instalaciones.
¿Cómo y cuándo conseguirá Menorca parar, de una vez por todas, la rechazada torre virtual?
