Los estudios y los grupos de trabajo han de dar respuesta a las demandas de los ciudadanos de las Islas, hastiados por la pérdida de la calidad de vida. Pero no hay soluciones mágicas y deberemos seguir padeciendo un tiempo los efectos de este fenómeno. El profesor de la UIB Antoni Riera, director de Impulsa Balear, lidera el comité de expertos que redactará el documento final con las conclusiones. Valorar las diferentes visiones y perspectivas enriquecerá las propuestas.
Ahora mismo hay acuerdo en que no podemos seguir creciendo en volumen, fundamentalmente, porque las infraestructuras de la Isla están saturadas. Al mismo tiempo habrá que concretar un trato diferenciado para cada isla, tal como se reclama desde Menorca. Se ha dado el primer paso. Ahora falta lo más difícil y también lo más complicado: redactar un libro de ruta y ser valientes a la hora de aplicar soluciones. Ello implica concretar las medidas y no demorar su aplicación con eficacia, rigor y convicción.