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La Policía Nacional ha detenido a un vecino de Palma de 65 años de edad, que descargaba de forma compulsiva archivos pedófilos. Los agentes le han encontrado más de dos millones de estos vídeos e imágenes con menores, lo que supone uno de los casos más graves registrado en Balears. La excusa del arrestado, que sostiene que no sabía que almacenar este material de niños y niñas era delictivo, es tan burda como insultante y no le exime de su responsabilidad penal.

Este caso pone de manifiesto que la lacra de la pedofilia en internet está cada vez más extendida. Llama la atención que los delincuentes que comparten y distribuyen pornografía infantil    a través de la ‘dark web’ (internet oscura) quedan en libertad tras su arresto policial. Y cuando llega el juicio, un año después, aproximadamente, las penas son bajas y en absoluto contundentes. Con estas resoluciones judiciales se lanza un mensaje erróneo a estos pervertidos, quienes piensan que hay cierta relajación con estos delitos, tan execrables. Procede intensificar la labor policial con agentes especializados y material informático de última generación para combatir a estas redes. Los pedófilos deben tener claro que su rastro en internet, por muy oculto que parezca, siempre es visible para las Fuerzas de Seguridad y que, tarde o temprano, serán detenidos y expuestos a un juicio público.