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Los ciudadanos de Balears manifestaron el domingo, en las urnas, su deseo de    cambio. En Menorca el vuelco se materializa en el Consell insular. El Partido Popular, que está decidido a gobernar en solitario, ha sido la formación que más apoyo ha recibido. Sobre Marga Prohens y su equipo recaerá la responsabilidad de liderar el Govern, los cuatro consells -en el de Menorca, con el próximo presidente Dolfo Vilafranca- y ayuntamientos tan relevantes como el de Palma.

Los resultados cosechados por el PP el 28-M permiten investir presidenta a Prohens -el triunfo en Formentera así se lo permite incluso sin el apoyo de Vox-, aunque esta aventura en solitario abre diversos interrogantes. Después de las elecciones generales del 23 de julio, que ayer anunció Pedro Sánchez, se sabrá si Marga Prohens    y Dolfo Vilafranca gobiernan en minoría o se les hace muy cuesta arriba y necesitan a Vox. Mientras se constituyen las nuevas instituciones en las Islas, esta vez teñidas de azul, es el momento de pedir al PP que preste atención a los avances logrados en materias tan sensibles    como la lengua, el medio ambiente y la cultura menorquina. De talante mesurado, Prohens y Vilafranca no han de tener ningún problema para gestionar con acierto estos temas y huir de los extremismos. Su moderación, propuestas y menorquinidad le han conducido a la victoria.