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El mercado laboral de Menorca ha alcanzado una situación que puede calificarse de pleno empleo, con un intenso ritmo de crecimiento de puestos de trabajo y que el 85 por ciento de los contratos firmados en junio, en las modalidades de fijo y fijo discontinuo, sean indefinidos. Todo ello provoca el aumento de la afiliación a la Seguridad Social y la caída del paro, que afecta hoy en la Isla a 2.987 personas. Este escenario de reactivación económica y de creación de empleo, con una temporada de cifras récord, se ve afectado por la coyuntura sociopolítica y, concretamente, por una inflación de dos dígitos que reduce el poder adquisitivo y castiga el consumo. Las dudas respecto al futuro también radican sobre el hecho de que la mayoría de los sueldos -con la excepción del sector de hostelería, que aplica los incrementos pactados- siguen siendo los mismos que en 2019 en este marco inflacionario que devalúa más, si cabe, el esfuerzo de los trabajadores. La llegada de miles de visitantes y la alta ocupación, tanto en la oferta hotelera como de turismo vacacional, incluida la oferta alegal, propician que haya puestos de trabajo sin cubrir, fruto de la estacionalidad. No cabe la euforia desmedida, puesto que hay que tener la vista puesta en el próximo invierno. Para entonces, cuando disminuye drásticamente la actividad, hará falta algo más que buenos datos.