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El sistema sanitario italiano está desbordado ante el alud de infectados por la epidemia del coronavirus. La cifra de fallecidos, que ya ha superado a la de China, alcanzó ayer las 4.032 víctimas en la jornada más negra, que arrojó 627 muertos. Con 47.021 casos confirmados, la tasa de contagiados en Italia registra un crecimiento exponencial sin que sepa cuando alcanzará el ‘pico' a partir del que disminuirá la propagación de un virus que provoca una gravísima crisis sanitaria y económica, con repercusión mundial.

Ante este apocalíptico escenario, el estado de confinamiento deberá ser prorrogado por el gobierno de Giuseppe Conte. Al mismo tiempo se reclama endurecer las sanciones para quienes se saltan la cuarentena.

La comparación con la evolución en España resulta inevitable. El estricto cumplimiento de las restricciones tras la entrada en vigor del estado de alarma es la única opción para evitar el desastre y el caos definitivo en el sistema sanitario español.

Los servicios públicos y privados deben actuar unidos para afrontar un escenario inédito acentuado por el rápido contagio del coronavirus. La responsabilidad personal ya es decisiva para el resultado final.