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El caos que se ha vuelto a registrar durante este verano en los accesos a las playas, con especial incidencia en las situadas en la costa sur de Ciutadella, aunque también se han producido problemas en otros puntos del litoral menorquín, ha abierto una controversia entre el conseller de Movilidad, Miquel Preto, y el director insular de la Administración del Estado en Menorca, Javier López-Cerón.

El integrante del gobierno del Consell atribuyó y responsabilizó, en el pleno del lunes, de este descontrol a la falta de efectivos de la Guardia Civil de Tráfico, acusación que hoy desmiente el director insular del Estado al explicar que la prioridad es la vigilancia de los 357 kilómetros de la red viaria de Menorca «y no aquellos puntos que elige el Consell», además de admitir que el destacamento no cuenta con más recursos.

El Consell, que ya se vio obligado a modificar su criterio inicial y reincorporar el doble filtro en Sant Joan de Missa, debe regular y ordenar los accesos a las playas tras el cierre de los aparcamientos ilegales junto a Cala en Turqueta y Macarella.

En 2018 no puede volver a repetirse este mismo caos por lo que deben valorarse opciones como los buses-lanzadera.