La citación judicial de Mariano Rajoy para que declare como testigo en la vista oral de la primera parte del 'caso Gürtel' ha causado sorpresa y extrañeza. Este procedimiento incluye la financiación ilegal y la supuesta 'caja B' del PP. Es la segunda vez que un presidente del Gobierno debe declarar en el ejercicio de su cargo. En la primera ocasión fue Felipe González por el terrorismo de Estado de los GAL ante el Tribunal Supremo.
Ahora debe acudir Rajoy a la Audiencia Nacional para atender una petición formulada por la acusación popular. El presidente del Ejecutivo y del PP ha sido citado como testigo, lo que significa que no puede mentir. Tiene que decir la verdad al se interrogado. Es una situación difícil para el primer responsable político de España. Un paso en falso en su declaración podría acarrear graves consecuencias, sin olvidar que con toda probabilidad deberá comparecer ante la comisión de investigación del Congreso. Las ramificaciones del 'caso Gürtel' se han extendido a varias comunidades, incluida Balears. Rajoy tiene derecho a declarar en su despacho. Cada una de sus palabras será escrutada, pesada y medida. Una situación incómoda y peligrosa.