El Ayuntamiento de Maó ha aprobado, con el voto de Ara Maó y PSOE, una addenda al contrato suscrito en 1989 con la empresa Sorea, que le adjudicó por 50 años la concesión de los servicios municipales de agua potable y saneamiento. Este contrato es gestionado hoy por Hidrobal, que reclama el pago de obras que ha ido ejecutando e inversiones no repercutidas.
El acuerdo implica el pago de 1.895.225 euros, a partir del 2017, a Hidrobal. En su informe, el interventor, Manuel Velarte Pérez, formula reparo fiscal al advertir varias irregularidades en facturas que carecen de proyecto visado, falta de dotación presupuestaria y fiscalización, así como IVA no deducible al incurrir en prescripcion. Y el responsable de Servicios Económicos, Jesús Camps Socías, denuncia la falta de informes sobre el cumplimiento del contrato firmado el 1989, falta de inventario actualizado, gestión fuera del procedimiento y control opaco de recibos pendientes. A pesar de estas objecciones y las críticas de la oposición, se ha aprobado el pago, cuando el Ayuntamiento de Maó debería controlar con mayor rigor esta concesión municipal para evitar las múltiples dudas que suscita el acuerdo.
