La Comisión de Presidentes de Corporaciones Locales de Menorca se reúne esta tarde, en sesión extraordinaria y urgente, con un único tema sobre la mesa: el tratamiento de residuos con el pliego de condiciones que regirá el nuevo concurso para la gestión de la red insular de deixalleries. De prosperar la propuesta redactada por el Consorcio de Residuos urbanos y Energía de Menorca, este actividad triplicará su coste, al pasar de 501.788 euros el 2015 a 1.129.259 euros el 2018.
El conseller Javier Ares admite este incremento de costes, que explica por una mejora del servicio, pero ya se han levantado las voces de varios alcaldes que han expresado su desacuerdo con el aumento, que califican de excesivo y sin una justificación clara. Porque son los ayuntamientos quienes deberán asumir el incremento y repercutirlo sobre los ciudadanos a través de las tasas.
Los alcaldes tienen hoy la oportunidad de exponer sus criterios y sus propuestas en una cuestión que no afecta únicamente a la gestión de las deixalleries de Menorca. También tiene repercusión para la recogida de voluminosos y la gestión de la planta TIF, adjudicada a Caritas Diocesana.
