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A sabiendas que lo que vamos a decir puede sorprender, extrañar o incluso enfadar, Menorca esta temporada, de momento, no está masificada. Con los indicadores con los que cuenta Viturme, Asociación de Empresarios de Viviendas Turísticas de Menorca, la sensación de que Menorca vive inmersa en una masificación turística constante para según qué colectivos parece más pasional que racional y, una vez analizamos los datos que nos está dejando este mes de julio, ni somos tantos ni estamos tan agobiados.

Es verdad que en algunos parkings de las playas más concurridas cuesta aparcar, pero no más que en otros años. Los restaurantes no están registrando tanto volumen de trabajo ni cuesta tanto encontrar mesas para comer o para cenar. En agosto, en principio, puede que pase, pero es normal, es nuestro mes más fuerte.

Si tomamos como referencia la encuesta de temporada turística 2024 que se publica en la web de PIME correspondiente al mes de junio, el 40 por ciento de los negocios preguntados reconoce que ha bajado su facturación. De hecho, el único sector que admite que ha facturado más de un 30 por ciento es el del Agroturismo. En el caso del alquiler de vehículos, un 62 por ciento reconoce que ha caído su facturación, mientras que en las empresas náuticas lo admiten un 58 por ciento de los encuestados.

Desde Viturme entendemos que la temporada tiene momentos con una presión turística alta, pero creemos que lejos del mensaje que se envió en el acto reivindicativo del pasado mes de junio. Hay que ser cautos para evitar enviar mensajes o señales equivocadas que puedan afectar al turismo, a los turistas, a los que viven del turismo y a los que viven de los que viven del turismo. O sea, a todos.