TW

Dice el refranero español que cuando el tonto coge un camino, el camino acaba pero el tonto sigue. El refrán también puede ser válido para manipulados y manipuladores, como se pudo comprobar el pasado 18 de marzo en un artículo publicado en el diari MENORCA titulado «11-M: el PSOE y la gran manipulación». Ya en el primer párrafo se puede leer la siguiente perla, literal, en relación a los atentados del 11M: «[...] Seguimos sin saber quiénes fueron los autores materiales reales, los autores intelectuales y quién lo financió». Me quedé muerto con la frase. No sé, ¿los yihadistas que fabricaron las bombas y las pusieron en los trenes no fueron reales? ¿Qué eran entonces, irreales? ¿Ficticios quizá, como unicornios azules? ¿También hacen «Wiiii!!»? Me quedé con la duda.

Pero de lo que no me cabe la más mínima duda es de quién perpetró la masacre del 11M, y aparece meridianamente claro tanto en la sentencia del juicio como en el sentido común de cualquier persona sin problemas cognitivos, porque ya está más que demostrado: fue Al-Qaeda. Tanto autor material, como intelectual, como financiado, por si no lo sabían reivindicaron el atentado en su día. Alimentar a estas alturas una teoría de la conspiración con el 11M puede incluso resultar un insulto a la inteligencia para algun@s, sobre todo por la endeble argumentación utilizada. Por ejemplo en el artículo se repite tres veces, tres, la noticia errónea que dio la SER acerca de que había un terrorista suicida en los trenes. Pero esa noticia en el mismo momento que se supo que no era cierta, a las pocas horas, fue desmentida y rectificada, ipso facto. En cambio, en el artículo no se menciona ni una vez, ni una, las infames mentiras que se vertieron en esos días y que a día de hoy ni se han desmentido ni rectificado. Porque yo recuerdo al ministro de Interior Ángel Acebes diciendo que la principal línea de investigación era ETA cuando ya se había encontrado una furgoneta con explosivos y versículos del Corán. Recuerdo también a Mariano Rajoy, dos días después, aseverando en una entrevista que «tenía la certeza moral de que había sido ETA». Eso el 13M, un día antes de las elecciones. Y recuerdo a Aznar diciendo que en Irak había armas de destrucción masiva. Ni Acebes, ni Rajoy ni Aznar han rectificado (como sí hizo la SER) ni han pedido perdón a día de hoy. Y mentiras con el agravante de tener la finalidad de engañar a la población para ganar unas elecciones. Por desgracia se trata de un modus operandi que la gente de derechas sigue a rajatabla, y el ejemplo más cercano lo tenemos en Isabel Díaz Ayuso, donde parece que da igual el número de mentiras que sueltes siempre y cuando puedas culpar a otros de lo que tú mism@ haces, flagrantemente.

Teorías de la conspiración hay muchas. Algunas pueden ser ciertas y otras pueden ser falsas. Pero hay algunas que no tienen ni pies ni cabeza, ni se sostienen por ningún lado, alguien debería decírselo al autor del referido artículo. Hay caminos que no conducen a ningún sitio, más allá de reafirmar las mentiras que nos contamos a nosotros mismos, chocando infinitamente contra una pared invisible. Porque nos conocemos a nosotros mismos mejor que nadie. Y si nos mentimos, seguramente nos vamos a mentir mejor que nadie. Aun pasen 20 años. Y siempre, siempre, vale más una verdad por cruda que sea que no mil dulces y aviesas mentiras.