Se cierra el 2017 y con él comercios de toda la vida, algo inimaginable cuando tan acostumbrados estábamos acudiendo a los mismos, también ha desaparecido el anagrama de la vieja caja balear, me refiero a Sa Nostra, donde los componentes de las baleares tenían depositada su confianza, por algo se consideraba como cosa propia.
Escuchando cierto programa televisivo, comprendí y me enteré del por qué de esta fallida y como no podía ser de otra manera si se tuviera que culpar a alguien, cosa que yo paso, parece ser que mucho ha tenido que ver la actuación y el pensamiento del 'hombre' y la mano rápida firmando permisos para mil actuaciones sense cap ni peus. Entre estas firmas deprisa y corriendo se habló de las prebendas en actos culturales y los miles de euros perdidos sin ton ni son, recordando tiempos pasados en que me vi marginada. No obstante, continué perteneciendo como clienta de la casa.
Es por ello que ante las expectativas de BMN deseo confesar públicamente por mediación del MENORCA que continuaré con la oficina de Sant Lluís, ignorando si ofrecen más o menos ventajas, a esta servidora lo que verdaderamente me interesa es encontrarme entre buena gente, que sean amables, que no se les nota que te atienden porque deben cumplir las horas de oficina, siendo un número más de cuenta.
Mi credibilidad es gracias a Josep Capó Balcells, subdirector de la misma, persona admirable, de una calidad humana envidiable. Más arriba he confesado ignorar sobre leyes, pero si sé de comportamientos humanos, lo que me invita a felicitar en voz alta y por mediación de «Es Diari» al señor Capó y con él a María del Pilar Coll y María Isabel Sánchez, dos empleadas que refuerzan el equipo de esta oficina y, como es lógico y natural, mucho tiene que ver en todo ello su director Antonio Periano Parpal, al que conozco de su infancia, de ahí mi aprecio y estima.
Per molts d'anys.
