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Al parecer la crisis llega a todas partes, incluso a las grandes empresas. Esporádicamente tengo que acudir a la oficina de Correos situada en la Plaça des Born de Ciutadella y puedo afirmar que siempre recibo un trato correcto y razonablemente rápido, dentro de lo que cabe.

Y digo «dentro de lo que cabe» porque hace como unos 7 meses que la máquina de asignar turno no funciona. Al parecer, la crisis nos ha afectado profundamente a todos, incluso a empresas de tanta envergadura como Correos, lo cual obliga a suprimir ciertos gastos.

Durante estas semanas he acudido a dicha oficina varias veces y debido a la cercanía de las fiestas navideñas siempre está  llena de clientes esperando ser atendidos.

Es  irrisorio ver entrar a la gente y oírles preguntar en voz alta para que todo el mundo les oiga: ¿Quién es el último?, y así uno tras otro.

Hoy mismo estábamos comentando entre varios de los que esperábamos sobre si hacíamos una colecta para ir a comprar una maquinita como las de las carnicerías, las de la tiritas de papel,  y regalársela a Correos.
Quizás así nos evitaríamos el desconcierto y la constante cantinela a la que obligan a los clientes.