Maó suspende la concesión a doce familias del mercadillo por sus deudas

Después de seguir la noticia en menorca.info, tomando como referencia varios comentarios, incluiré mi opinión por medio de este escrito. Gracias a Pep Mir en su artículo del pasado día 4 de abril supimos de la noticia. El objetivo del Ayuntamiento esta vez para mostrar su absurdo poder de gigante contra una hormiga "El Mercadillo". La intención de hacerles la vida imposible o hacerlo desaparecer, como desea me atrevería a decir que el propio Sr. Botella, que me temo está haciendo por eliminar el mercadillo del Parque Rochina de toda la vida. Pretenden hacernos olvidar que son familias trabajadoras, atractivos turísticos muy importantes gracias a las touroperadoras, en verano, pues el propio Ayuntamiento no les dedica nada de atención, sólo recordarles que paguen o los echan. El Mercadillo, es sabido que representa un interesante reclamo para la ciudad, favoreciendo las ventas de los pequeños comercios de la ciudad gracias al fluir de gente curiosa. No me extraña que al equipo de gobierno, con tantos que son, todavía no se hayan planteado combinar el mercadillo de toda la vida y el artesanal, están a otras cosas. Lo que les va de verdad a los políticos es amenazar y cargar impuestos desorbitados continuamente contra los más desfavorecidos, normal, son los más fáciles de pisotear. Después dirán que son problemáticos o se sacarán cualquier excusa barata contra ellos, pero el hecho de cobrarles esa barbaridad mensual por usar unas pocas horas el suelo de la ciudad, cuando en realidad debería el Ayuntamiento pagarles por dar vida a su ciudad de Maó, ya demuestra que son muy tolerantes. Me pregunto ¿van a dedicar también el mismo esfuerzo mandando media plantilla de municipales a regularizar el mercadillo de la Gangaria? es sabido que en ese mercado no sólo se venden artículos de segunda mano, y podemos encontrar también a funcionarios públicos del ayuntamiento. La diferencia es notable, los que venden en el mercado de la gangaria no han de dar cuentas a nadie, además favorecen el mercado de dinero negro, al tiempo que en muchos casos, como los funcionarios del ayuntamiento, mantienen sus buenas nóminas y trabajos seguros. Todos ellos, además de la gente de a pié, sin tener preocupación alguna de vender ahí, a diferencia de lo que se exige para vender en cualquier otro sector y resto de tiendas de la ciudad, incluyendo el mercadillo de la explanada. No todos somos iguales ante el Ayuntamiento, entonces. Lo reflexiono y llego a la conclusión de que para actuar contra la Gangaria hay que ir contra la iglesia, y al Ayuntamiento le es más fácil atacar al mercadillo por ser un núcleo tan visible y expuesto, que atender realmente otros temas que de verdad afectan seriamente a la ciudad. En lugar de generar más puestos de trabajo, sin pensar en las consecuencias de lo que están haciendo, se limitan a pretender dejar a más familias en paro que pasarán a requerir de las ayudas sociales generando un agujero mayor en la deuda de la ciudad.