Una oportunidad más
Una oportunidad más. Una oportunidad es como un cuchillo: tiene su valor intrínseco que es cortar. Pero no es lo mismo cortar pan que cortar un cuello. Y esa es la oportunidad que se les ha presentado a todos los ayuntamientos de España. Las casas antiguas han constituido siempre un peligro. Su derrumbe ha ocasionado muertes y daños importantes a las casas colindantes y al mobiliario urbano. Por eso, desde la Comunidad Europea y a través del real Decreto 8/ 2011, las casas antiguas han de pasar una inspección técnica. Como la ITV del coche. Al igual que el buen estado de un coche contribuye a la seguridad vial, esta inspección contribuirá a la seguridad urbana. Quien tenga una casa antigua debidamente restaurada, es decir, que tenga una reforma integral queda exento; sin embargo, ha de presentar la licencia de obras y el final de obra que justifique las labores realizadas. Ambos documentos ya están en posesión de los Ayuntamientos por lo que resulta un desgaste innecesario tener que pedirlos a la misma entidad que los reclama.
En este momento, los despachos de arquitectos urbanos y rurales deberán ser requeridos por los ciudadanos, de hecho, ellos mismos van pasando puerta por puerta con un argumento más que intimidante y que se resume en lo siguiente: "Si venimos nosotros, usted solo tiene que pagar 450 euros y le damos el visto bueno mediante un documento firmado y sellado y usted se libra de la multa que puede ascender a 1.500 euros que le puede imponer el Ayuntamiento si no presenta tal documento". Vamos a ver: que un Ayuntamiento te imponga una multa por incumplimiento legal me parece lógico en nuestro ámbito cultural; pero no me parece lógico que el paseo de un arquitecto por el pasillo de mi casa deba costar eso. Y puede ser una cantidad mucho mayor si se trata de un predio, pues se requiere un arquitecto rural.
Ahora bien, cuando se trata de un objeto social, cuando se trata de algo que sí afecta al conjunto de la comunidad ciudadana sí importan los procedimientos. Y desde luego, sí puedo reivindicar el derecho de mis conciudadanos. Porque me importa.
El área de urbanismo de los diferentes Ayuntamientos está dotada de personal cualificado que ya no tiene la presión laboral de antaño. Ya no tiene montones y montones de expedientes de nuevas obras y reformas. Incluso, en estas áreas ampliaron las plantillas en su momento. Y no es que ahora no hagan nada, pero sí que pueden tener disponibilidad de trabajar para el ciudadano de una forma directa y visible.
Siempre que los gobiernos locales así lo decidan.
Se trata pues de ahorrar al ciudadano-afectado al menos 450 euros, mandando a sus técnicos a "pasearse" ellos mismos por los inmuebles adelantándose trabajo de oficina porque ya no hay intermediarios, lo que supone más ahorro al ciudadano-contribuyente en general. Y eso, supondría un logro en todos los sentidos. No solo económico, sino social.
En realidad, no importa de quién sea la idea, pero sí importa, y mucho, quién la lleve a cabo. Porque eso es lo que realmente cuenta.
Se trata de ser coherentes. Nada más.
En cuanto a los arquitectos, no les supone un mal, no se les está quitando el pan de la mesa. Y no vamos a entrar en las cuestiones si ganan mucho o poco; pero sí en el desahogo que se le concederá a mucha gente por no tener que pagar esos 450 euros.
Ahora más que nunca se requiere una política social.
En cualquier caso, y gracias a la aprobación de esta normativa, los arquitectos verán activados sus despachos, pues obligatoriamente, a partir de ahora se exige mantener en buenas condiciones los inmuebles antiguos, por lo que supone reformas estructurales y de mantenimiento que ellos deben gestionar.
Nadie pierde y todos ganan.
Por último, para quien se pregunte si tengo un interés personal o implicación bastará con decir que sí vivo en el casco antiguo pero dado que en su momento llevé a cabo la reforma integral de mi casa no estoy sujeta a este plan. Sin embargo, sí soy consciente del alto coste que ha supuesto y supone tener una casa en esta zona y lo que puede suponer a mis vecinos en estos momentos.
Una oportunidad más para los Ayuntamientos de cortar pan o cortar cuellos. Suya es la decisión.
Sole Sánchez Mohamed
Ciutadella
Islam- Occidente, serenidad y comprensión
Me encontraba viajando con una antigua compañera en un autobús de línea, desde Dehli a Srinagar la capital de Cachemir, un día de primavera de 1979 cuando el general golpista Zia Ul-Haq , cumpliendo la sentencia impuesta en una pantomima judicial, ahorcó al entonces ya expresidente de Pakistán, Ali Bhutto.Político proclive a la China de Mao y defensor de la anexión del territorio cachemir a Pakistán, tenía una gran popularidad en dicho territorio disputado históricamente a la India, que se lo anexionó, tras prometer una consulta popular que nunca posteriormente cumplió.La noticia de su ejecución corrió como la pólvora provocando graves disturbios e incendios en la capital Srinagar, hasta el punto de bloquear sus accesos por carretera. Ante tales sucesos, automóviles y autobuses fueron retenidos largas horas. Todos nos preguntábamos que había sucedido, hasta que llegaron rumores de la situación que se estaba viviendo en la capital. Lo peor llegó luego, cuando nos aseguraron que la turba estaba registrando los vehículos, buscando occidentales a los que agredir como represalia por lo que consideraban una intervención de Estados Unidos en el golpe de Estado que acabó con la deposición, juicio y muerte de Ali Bhutto.
Me dirán, por qué desempolvo ahora este pasaje de la historia. Lo hago a cuenta, de la corriente de antioccidentalismo y de islamofobia, desatada a raíz por el ya famoso video y posteriores caricaturas sobre el profeta Mahoma.
En todos estos episodios, la utilización de los acontecimientos por algunos pocos, para sus fines políticos o religiosos, siempre me ha parecido evidente. Así las imágenes de televisión, con declaraciones indignadas a favor de la libertad de expresión en Occidente, o mostrando la violencia de unos exaltados como señal de lo que está ocurriendo en el mundo islámico, contrasta con la realidad, que no se nombra, de la gran mayoría de la población en ambos lados del planeta, que sin fanatismos, muestra serenidad y comprensión ante acciones y hechos, que la mayoría de la gente sabe provocados y provocadores. La utilización manipulada e interesada de los mismos, es su objetivo y único fin. Siento por lo tanto la necesidad de destacar esta realidad. Me mueve hacerlo, precisamente el desenlace final vivido de la historia que les relataba al inicio, y que ahora al hilo retomo.
Desde el primer instante del conocimiento de la situación que nos aguardaba, los pasajeros de nuestro autobús, mayoritariamente musulmanes de Cachemir, se prestaron a ayudarnos solidariamente ante lo que consideraban, manipulación e irracional desatino de algunos y se prestaron a camuflarnos en la parte trasera del autobús entre bultos y pasaje. Ayudados por la luz del anochecer, logramos pasar los controles y llegar salvos a Srinagar. Una vez allí, conscientes de que el peligro no había terminado para nosotros, nos ayudaron en la ya oscura noche, entre algaradas y barricadas, a encontrar un bote que nos trasladó a través del lago Dhal, hasta una casa flotante donde nos mantuvieron escondidos durante una semana.
Desde 1979 ha llovido mucho tiempo, y debo reconocer que el entendimiento entre la comunidad occidental y la islámica se ha deteriorado por los acontecimientos históricos que el empecinamiento de unos y otros han protagonizado para arrimar el ascua a su sardina. La escalada de conflictos y odios está siendo organizada por intereses estratégicos de orden político, económico o religioso. Desgraciadamente, siempre a costa de generar violencia e intentar enturbiar las relaciones entre grandes mayorías pacíficas y respetuosas. Debemos apoyarnos en ellas, para llamar a la calma y al sentido común, manteniéndonos así, al margen de esos amaños. La sociedad occidental e islámica debe armarse de actitudes serenas y comprensivas, para desenmascarar y deslegitimar las oscuras intenciones de los provocadores.
Jordi Viola Giner
Alaior
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.