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De alcalde anuncio
a líder de la protesta

En un momento de crisis y de absoluta ruina en la administración, es un deber y una obligación para todos aquellos que ahora estamos al frente de las Instituciones Públicas, el dar un paso al frente, asumir la realidad y tomar decisiones lógicas y coherentes. Decisiones encaminadas a la mejora de nuestros municipios, a la mejora de nuestra sociedad y al mantenimiento de un Estado de Bienestar, que corre peligro de muerte.

El equipo de gobierno del ayuntamiento de Mahón está administrando y gestionando los recursos con responsabilidad y con criterio. Se han ajustado las cuentas públicas, se han suprimido los gastos superfluos, se ha fijado un plan de pago a proveedores, se ha aprobado el Plan General de Ordenación Urbana, se ha desarrollado un plan de movilidad que garantizará la rotación de vehículos y un mayor número de aparcamientos, se están regulando normativas, mejorando la imagen de la ciudad, peatonalizando calles y presentando proyectos con el fin de reactivar la economía de Mahón.

Pero resulta, que cualquier decisión, por buena que sea, nunca podrá agradar a aquellos que durante muchos años estuvieron al frente de la corporación. No pretendemos que nos alaben, o que nos aplaudan, pero tampoco estamos dispuestos a proteger a aquellos que ahora critican y manipulan, crispan y confrontan, y tratan de redimir sus errores con ataques vacíos de contenido.

Quiero recordarle al señor Vicenç Tur que nosotros sí tenemos memoria histórica, y sí estamos trabajando por el bien común. Y aunque ahora pretenda esconderse tras las pancartas, se sume a las manifestaciones, mienta deliberadamente y dedique la mayor parte de su tiempo a cargar contra el Partido Popular, es responsable de muchos de los problemas que ahora sufre el ayuntamiento de Mahón.

El exalcalde socialista Vicenç Tur gastó 9,5 millones más de lo previsto en su primer año de gobierno y destinó el 68 por ciento del presupuesto a gasto corriente.
Tur llegó a la alcaldía con 24 millones de euros de deuda a largo plazo y lo dejó en 27, es decir aumentó la deuda en un millón por año.

Se negó a rebajar los sueldos de los cargos electos. El Partido Popular lo ha hecho ya en su primer año de gobierno.

A los cuatro meses de alcalde, firmó el cese del interventor, "una decisión que nos ha costado más de 150.000 euros a los mahoneses".

Inauguró el paseo de s'Hort des Frares después de ocho años de ejecución del proyecto.

La nueva zona urbana de Santiago perdió su única licencia.

Anunció varios proyectos que nunca llegó a cumplir. Dijo que Govern y Felib iniciaban el proceso de la "tercera descentralización" y "nunca más se supo".

Anunció la nueva estación marítima del Cós Nou para 2010. Aseguró 300.000 euros para el mantenimiento y mejora del Polígono pero nunca llegaron. A los ocho meses como alcalde, anunció la construcción del ascensor del puerto para la siguiente primavera. El PP lo habrá construido en prácticamente su primer año de mandato. Cerró su mandato sin aprobar el Plan General de Ordenación Urbana, después de ocho años de trámite. El PP lo aprobó en seis meses.

El resumen de su primer año al frente del ayuntamiento le describe como el "alcalde anuncio" de promesas incumplidas y descontrol presupuestario que, en todas sus comparecencias ante los medios, insiste en las plazas de agentes de desarrollo local, las AODL, una vía de enchufismo en la administración que tan bien conoce. Algún día tal vez debamos explicar la causa de esa insistencia.

Simón Gornés
Presidente de la Junta Local del PP
Maó

La Menorca
que no tornarà

Llegeixo l'article aparegut el 18 de juliol d'Emili Pons i Carreras (atenció, amb i, sobretot) i em fa llàstima, per l'esbiaixat del pensament i sobretot per la rancúnia que destil·la. Parla de "Madrit (sic)", del president del govern , "Rajoi" (sic), del president de la Comunitat de les Illes Balears... de tothom, com si tots fossin els seus enemics i Menorca una verge màrtir. Però sembla oblidar que des de fa molts anys Menorca té un Consell Insular i que s'ha governat a si mateixa i fet tot el possible per destruir el que era fins a principis dels anys vuitanta: una illa que no depenia del turisme, que vivia d'indústries com el formatge, la bijuteria, el calçat, etc., un lloc ideal per viure-hi. Jo ho he viscut. Jo vaig viure el temps en què Menorca era una illa meravellosa, enmig del Mediterrani, plena de gent laboriosa. Després s'ha associat a gent que no li convenia, fent-se serventa d'una Catalunya que admira, i esdevenint esclava, com a molts altres llocs, d'una classe política egoista i generalment ignorant. Com ha arribat fins on està ara? Faci'n examen de consciència. Altrament, vostè segurament va votar en Zapatero (o hauria d'escriure Sapatero?), que ens ha conduït aquí on ara ens trobem. No ens agrada. No gens. Jo també hauria volgut que la meva mare menorquina hagués estat anglesa, i ser-ho jo també. Però les coses han anat d'aquesta manera, i ara s'ha de lluitar per canviar, per esmenar els errors comesos, fer un nou camí. Queixar-se sempre dels altres és una actitud infantil que no porta enlloc.Fa anys que no puc venir a Menorca perquè és molt car des de Madrid i complicat (transport, allotjament, cotxe...). D'altra banda, sé que la Menorca que tinc com a bressol ja no tornarà. I em sap un greu indescriptible, perquè sempre serà la meva terra, la que més estimo.

Marga Gómez Borràs
Madrid