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Lluís

Sé, "conco", que ahora dispones de tiempo… De todo el tiempo… Sé -te lo explicaría mejor tu hijo Jaume- que el ensayo general doloroso ha concluido y que se ha alzado el telón para el estreno de una obra que jamás concluye y en la que no anida, ya, dolor alguno. Habrás dejado tu bicicleta azul (aquella con la que aprendí a montar) en los umbrales de una eternidad sobradamente merecida… En "Rector Mort" -esa casa que conocíamos tan bien- En Lluís, mi padre (el que siempre profesó por ti un entrañable amor) me leyó siendo muy niño unas palabras de San Pablo que me conmovieron y que me han ido acompañando a lo largo de toda mi vida… Eran estas: "Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy. Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha.La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. La caridad no acaba nunca.
Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia. Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía (...) Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré (…)Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad".Pensé, "conco", que esas palabras eran una utopía, una quimera, algo inalcanzable… Tú, "En Lluís Miguel" Gomila Crespo, me demostraste, sin excepción alguna, que aquello era posible y que las utopías y las quimeras sí eran alcanzables. Fuiste paciente y servicial. Nunca anidaron en tu corazón la envidia, el orgullo, la soberbia… Nunca te irritaste. Nunca buscaste tu interés, sino que trabajaste por el de los otros. A pesar de tu oficio jamás llevaste cuenta del mal, jamás te alegraste de la injusticia sino que te complaciste en la verdad. Jamás oí de tus labios una crítica, pero sí con frecuencia una disculpa o una exculpación. Todo lo esperaste. Todo lo soportaste con un estoicismo heroico. San Pablo añadiría que amén de soportar lo indecible supiste incluso consolar a quienes te rodeaban… Existen la fe y la esperanza y la caridad. Pero "conco", la mayor de ellas es la caridad a la que tú diste carne… Igual podría decir de tu mujer, Águeda y de tu hijo Jaime. A ella le dije el sábado que ojalá pudiera yo llegar a poseer un mínimo porcentaje de tu extraordinaria bondad… Me la mostraste. Y, al hacerlo, me lo diste todo…

Algún día, cuando Dios quiera, te lo diré cara a cara. Si la misericordia de ese mismo Dios me lo permite, cuando vea una bicicleta azul en el umbral de una puerta, sabré que me acerco, que se alza otro telón, que se estrena una nueva obra en la que compartiremos reparto… Porque, parafraseando al poeta, tenemos que hablar, "conco", de muchas cosas…

Juan Luis Hernández Gomila
Maó

Trobaré a faltar el teu somriure

Aquest any és difícil de passar, entre d'altres, ens han deixat en Nito de s'Alcázar, en Nito Camps i ara Lluís Gomila.No sé què puc dir d'ell que no ho hagin fet ja, molt encertadament, Lluís Orfila i na Magda (els dono les gràcies per això).Però m'agradaria afegir que per a mi va ser un gran company a s'Alcázar (per a mi i per a tots) també un extraordinari mestre en l'entitat bancària on treballàvem plegats i un amic a qui, quan feia uns dies que no sabia res d'ell, tenia la necessitat de veure o parlar.

Per això en els molts viatges, excursions i reunions familiars que vam fer, gaudia molt de la convivència amb ell.

No podrem tornar-ho a fer, però el record quedarà per sempre, i vull, quan ho faci, esbossar un somriure com el que ell em dedicava quan li explicava alguna "animalada" de les meves.

I entre altres, una de les qualitats que més admirava d'ell era la seva integritat, la capacitat que tenia per decidir responsablement, una actitud que malauradament avui en dia està desapareixent sobretot en les persones que ho haurien de tenir per bandera.
Desitgem, la meva esposa i jo, força i coratge per tota la seva família i ens posem a la seva disposició.

Miquel Petrus Garriga
Maó