Cartas de los lectores

El pasado mes de junio, concretamente la noche del 22 al 23, fui víctima del abuso de la autoridad por parte de la Policía Local de Ciutadella, en forma de una agresión brutal que me dejó lesionado y magullado durante un mes. Sobre los hechos me gustaría comentar que esa noche, simplemente me acerqué a una patrulla ubicada en la plaza de los Pinos para, educadamente, informarme sobre unos hechos ocurridos minutos antes. Valga decir que en ningún momento les falté al respeto a los agentes de policía que se encontraban en ese lugar, a cambio y sin razón, recibí una paliza durante la cual tres policías se ensañaron con mi persona a base de patadas mientras yo estaba en el suelo. Posteriormente, fui violentamente esposado, detenido y denunciado por los tres agentes por desobediencia y por una supuesta agresión a uno de los agentes, que por supuesto no existió.

El pasado siete de setiembre de 2011 tuve el juicio, durante el cual aporté mi versión de los hechos junto con distintas pruebas, como un parte médico de lesiones y varias fotografías, donde se pueden observar claramente las magulladuras, heridas y hematomas que me provocaron esos tres agentes de policía, los cuales, supuestamente, velan por nuestra seguridad. Durante el juicio, los señores agentes mantuvieron su versión, alegando que fueron increpados, insultados, e incluso uno de ellos agredido; debo puntualizar que el supuesto agente agredido no aportó ningún parte médico de mi supuesto puñetazo, así como ni siquiera concretó los insultos con los que yo, supuestamente, les increpé. Quiero recordar como ya he dicho antes, que en ningún momento ni les increpé y mucho menos recibieron ningún insulto por mi parte. Como es natural, yo interpuse una denuncia en los juzgados de la Policía Local de Ciutadella, concretamente a los tres agentes que me agredieron, redactada formalmente por un abogado de Barcelona con mi versión y adjuntando una vez más, todas las pruebas de una agresión evidente por su parte.Hoy, día 16/09/11, he recibido la sentencia. Condenado, a pesar de mis esfuerzos y la esperanza (utópica) de que la justicia fuera justa, una vez más se ha demostrado que la policía, ante sus actos de abuso de la autoridad, es intocable. La famosa frase "tu palabra contra la de ellos", hoy por hoy, aún tiene más fuerza que nunca. Ahora me veo con la obligación de pagar una multa económica ante unos hechos por los que se me denuncia que no son ciertos, es decir, tengo que pagar al Estado por recibir una paliza brutal por parte de la policía.Se me han dado cinco días para recurrir la sentencia, hecho que por supuesto llevaré a cabo. Entonces vienen a mi cabeza varias preguntas: ¿Cómo puede ser que unos señores funcionarios, que están al servicio del orden y con la obligación de proteger al ciudadano, queden impunes ante estos hechos ocurridos? Esta vez sobre mi persona, otras han sido sobre otras, y más que vendrán. ¿Quién forja esa impunidad para que puedan actuar de maneras tan salvajes e ilícitas?¿ Qué poder tiene el ciudadano a la hora de poder denunciar tales actos de violencia gratuita, si la justicia siempre otorga la razón, por muy evidente que haya sido el abuso de autoridad, a estos señores con placa, pistola y porras?

Desde aquí, quiero denunciar públicamente y con mis derechos como ciudadano, dicha impunidad, el constante abuso de autoridad de la policía en general, en este caso, el de la Policía Local de Ciutadella y la evidente decantación de las balanza de la justicia a favor de esta y en contra de los desfavorecidos, que somos los ciudadanos que pagamos unos impuestos, con los que ellos reciben su sueldo.
Joc Taltavull Ruiz
Ciutadella