Antes de recoger el equipaje, en las dependencias del nuevo aeropuerto, contemplé con sorpresa y temor el hecho de que un perro se dirigiese hacia mí intimidándome, ya que, desde una desgraciada experiencia, que no viene al caso relatar, siento un miedo atroz cuando tengo cerca a uno de estos animalitos. Creí, y sigo creyéndolo mientras escribo estas líneas, que el perrito se sintió atraído por medio bocadillo de jamón y queso que yo llevaba en mi bolso de mano.
Pero el perro en cuestión tenía, lógicamente, un amo. Y este amo se dirigió hacia mí de forma inmediata, conminándome a que me desplazase hacia un rincón poco concurrido del recinto aeroportuario. Allí se identificó como policía y empezó la cadena de despropósitos objeto de esta carta al Director.
Velozmente fui rodeada por 5 ó 6 personas que dijeron ser policías (y que no se acreditaron como tales) y fui acosada, sí, la palabra es acosada, y acusada (en efecto, acusada) de llevar droga en mi bolso. Ante mi extrañeza y mi rotunda afirmación de no haber tenido jamás relación con el mundo de la drogadicción, se me increpó con nula sutileza diciendo que con total seguridad yo era portadora de estupefacientes.Pregunté por qué motivo podían afirmar tan categóricamene tal extremo. Y su respuesta no se hizo esperar: "señora, el perro nos ha indicado que usted posee droga y...", o maravilla de la naturaleza, "... el perro nunca se equivoca".A partir de tan sólida argumentación empezó mi calvario: fui desprovista de mi bolso y de mis efectos personales, que fueron meticulosamente revisados, fui cacheada, desnudada, explorada, manoseada y ante el resultado absolutamente negativo de tales procedimientos, fui finalmente conminada a someterme a un examen de RX en el hospital general Mateu Orfila, ya que "si Vd. no lleva la droga entre sus efectos personales, seguro que la lleva en el interior de su cuerpo, en la vagina o el recto, recuerde que el perro nunca se equivoca!".
Tuve que firmar un documento autorizando al hospital a la práctica de dicho procedimiento radiológico, al que me sometí para poder demostrar mi inocencia, realizándose la mencionada exploración a las cinco horas de haber llegado al hospital, rodeada de seis efectivos policiales. Por descontado el examen demostró que yo no tenía droga alguna alojada en mi cuerpo.
El sentido de este escrito es advertir a la sociedad del retroceso democrático que estamos experimentando, en un país donde se le otorga más credibilidad a un perro que a una ciudadana y donde no se duda en someterla a vejación, donde su derecho a la intimidad queda claramente conculcado y donde la riqueza argumental de las fuerzas del orden se basa en el gesto de un animal, porque: "señora, el perro nunca se equivoca".
El perro ladra, la democracia llora.
Silvia Carrizo Tapia
Ciutadella
53 collejas para el PP de Menorca
Una colleja es una bofetada, dada con la mano bien abierta, detrás de las orejas. Lo gracioso, porque una colleja hace siempre reir, es que la víctima, quien ha ofrecido el cogote despistadamente, debe estar agradecida de recibir, sólo, una sonora bofetada en el testuz, que le enseña a estar más despierto.
Misericordia Sugrañes, diputada del PP, este domingo 11de abril del 2010, escribía en este diario un artículo titulado "Una cárcel con nocturnidad y alevosía". El debate sobre la cárcel de Menorca llega tarde, por la evidencia del avanzado estado de la edificación. Yo, como ciudadano, puedo criticar la falta de acierto de los políticos al escoger este enclave junto a la carretera y molestando a nuestra Guardia Civil. Pero Vds. los políticos del PP son tan responsables, por acción y por dejadez, como todos los demás políticos con cualquiera otras siglas de partido en su frente.
Me he acercado al Ateneo de Maó (Sa Rovellada de Dalt, 25) y allí me han facilitado un taco de 53 folios con los recortes de prensa menorquina que la cárcel ha generado. Son 53 bofetadas detrás de las orejas a la intención del PP de Menorca de aparecer ahora como el gran afectado, junto a los ciudadanos que ven en la cárcel una pésima ubicación. Intentan pescar en río revuelto, pero la "hemeroteca del Ateneo" es contundente como la realidad misma.
Página 1, 12 de enero de 1998, Diario Menorca: "Menorca consigue el centro de detenidos. El presidente del Consell Insular, Cristóbal Triay (del PP!) confirmó ayer el acuerdo alcanzado en Madrid para la construcción de un centro insular de detenidos en Menorca".
Página 12, 8 de febrero del 2005, Ultima Hora: "El obispo Piris propone en Palma crear una unidad para los presos menorquines".
Página 13, 22 de abril del 2005, Ultima Hora: "El conseller de Interior del Govern Balear, Jose María Rodríguez (vaya, también del PP!), reclamó ayer a la directora general de Instituciones Penitenciarias, que contemple la habilitación de un centro penitenciario en Menorca que...".
Página 18, 23 de noviembre de 2005, Diario Menorca: "El nuevo centro se construirá, si lo aprueba el Ayuntamiento de Mahón, junto al cuartel de la Guardia Civil"
Pagina 26, 12 de Febrero del 2008, Ultima Hora: "La sociedad SIEP, del Ministerio del Interior, se ciñe al anteproyecto existente que perfila una prisión en los 12.122 m2 del solar cedido en la carretera de San Luis".
Señora Misericordia Sugrañes, diputada del PP, el tiempo de aportaciones al proyecto ya se les pasó y no dijeron nada. Ahora, con el edificio levantado, es el momento de aportar las soluciones paliativas a los evidentes problemas que en su día no supieron o no quisieron ver. No haga demagogia, que hasta sus propios votantes sienten vergüenza.
Si la estrategia del PP de Menorca para las elecciones de dentro de 10 meses es seguir en esta linea de desvergüenza, agradezca con una sonrisa las enormes collejas que le da la "hemeroteca del Ateneo" y este diario, al publicar esta carta, porque podrán rectificar a tiempo, ya que la gran mayoría de ciudadanos de Menorca estamos esperando encontrar políticos que no intenten mentirnos. Si no rectifican y siguen con su mantra de que Vds. no sabían nada, estarán enviando a sus votantes a la abstención, voto nulo, voto en blanco antiguo y voto en blanco computable. Si deciden proseguir con la irresponsable actitud de la que hasta ahora hacen gala, cada página guardada en esta entidad ciudadana, el Ateneo, les dará una sonora colleja cada vez que intenten aparecer como los grandes dormidos en la "nocturnidad" de la tramitación del centro penitenciario. Ojalá hiciera gracia.
Guillermo Alonso de Armiño y Erce
ciudadano en prácticas
Maó
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