Caligrafía Árabe en la Isla del Rey

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Más caligrafía árabe, porque ya informamos en estas páginas de la existencia de algunas muestras en el recuperado Hospital de la isla del Rey. Tanto en la sala dedicada a la presencia musulmana en la Edad Media como en la sala de las emigraciones menorquinas pueden verse algunas muestras. Se enriquecen ahora con la aportación generosa de Nagib, un ciudadano marroquí residente en nuestra isla, quien nos ha cedido sus tablas de caligrafía, las que él utilizó de niño en la escuela, lo que le agradecemos sinceramente. Ya en vías de preparación la vitrina en que puedan ser exhibidas, las describiremos para mejor apreciar su utilización y contenido.

Se trata de dos tablas de madera pintada de gris claro, escritas por las dos caras, de forma sensiblemente cuadrada, de unos 40 cm de lado, que presentan en sus dos vértices inferiores unos rebajes en ángulo, sin duda destinados a que el alumno las pueda sostener entre sus muslos, estando sentado en el suelo como es habitual en los países árabes y en otros. En ellas se distingue enseguida la peculiar caligrafía usada en Marruecos, donde algunas letras se escriben de modo distinto al usado en Oriente Medio. Asimismo, la escritura incluye toda la variedad de signos diacríticos (como nuestros acentos, diéresis, etc.) que facilitan la pronunciación precisa de cada término. Signos (llamados mociones) que en general no aparecen en la escritura manual cursiva ni en la impresa.

Los textos propios de estos ejercicios de caligrafía no son de contenido baladí, pues destaca ya a primera vista la abundancia de la palabra "Dios" ("Al·lah"), ya que se trata de textos sagrados, y procedentes del Corán en concreto. El repertorio de aleyas (versículos) del Corán que se recogen constituye, puede decirse, el credo fundamental del Islam, que todos los creyentes saben de memoria, como pasa también con ciertas oraciones del Cristianismo.

La caligrafía árabe permite además formas de representación que en otros sistemas de escritura no son tan asequibles. Vean el formato circular que puede adoptar la aleya (procedente de la "azora (capítulo) de la partición" entre la noche y el día), que figura en las tablas y que, enmarcada cuidadosamente, cuelga en los recibidores de muchas viviendas y comercios, al ser indicada contra el otrora famoso "mal de ojo" del que podían ser causantes ciertas visitas...

Resultan interesantes asimismo, puesto que creo que inducen a reflexión, las aleyas de la "azora de la sinceridad", en la que la unicidad de Dios se expresa de modo conciso y completo, de modo que se dice que esta azora equivale a un tercio del Corán. Debido a la dificultad en traducirla correctamente, me acojo a una traducción disponible en la red: "Di: Dios es único, Dios es eterno, jamás engendró ni fue engendrado, y no tiene semejante". Se la califica como "la columna del monoteísmo", como podemos entender facilmente.

Por último, refirámonos a la "azora de la apertura", la primera que aparece al abrir el Corán, pero que, debido a que el Libro organiza su contenido por orden de mayor a menor longitud de las azoras en número de versículos, no es la primera cronológicamente. Puede comprenderse esta prioridad si entendemos que equivale, salvando todas las distancias, al Padrenuestro cristiano. En el Islam se la considera la azora más grandiosa, la más sublime. Y el alumno Nagib se esforzó por transcribirla con todo el esmero y precisión ortográfica que le es debida. Curiosamente, al final de su recitación se añade el vocablo "Amin" (el amén del Cristianismo) aunque no aparezca escrito en ningún lugar del Libro. El vocablo equivale al calificativo "seguro", como confirmación de la creencia. La imagen adjunta muestra la azora en la tabla de caligrafía, donde se aprecian todas las características que hemos mencionado.

Agradeciendo a Hanai su ayuda, y encontrándonos todavía en pleno Ramadán, deseo a nuestros conciudadanos musulmanes una feliz celebración del ayuno y unos días llenos de dicha.

Óscas Sbert Lozano

Voluntario