Hace unos días con mi esposa fuimos a cenar en una pizzería en frente del Campo del Menorca, regentada por un argentino muy simpático y buen profesional...no era la primera vez y nos saludó con un bienvenido, riéndome le clarifiqué que era del Diari MENORCA... siempre es agradable que te lean, por supuesto comprando Es DIARI, bien sea la edición en papel o el digital.
Como cada domingo tengo la costumbre de ir a la Isla del Rey, actualmente desde Fontanillas, de Es Castell; viene siendo habitual que en la cuesta te encuentres cacas de perro, cuyos dueños no se han dignado en recogerlas, pero está vez, vatuadell cent llamps, en la paret-seca en un agujero había unas bolsas de plástico, de algún incívico que había recogido las cacas y en vez de depositarla en la papelera, abajo hay una y arriba otra, con dos coj…., las puso dentro la pared. Gamberro.
Nos quejamos que nuestras ciudades están bastante sucias, cosa que más de una vez les tengo que dar la razón a las personas que me lo comentan. Pero no hay derecho con el servicio de recogida municipal GRATUITO, tengamos que ver trastos abandonados en cualquier acera o plaza. El viernes día 28 del pasado mes de Febrero, a las 22:30, en frente del antiguo edificio de Correos de Mahón, había varias bolsas grandes de plástico llenas a rebosar, y dos viejas estufas, una de gas butano y la otra eléctrica... en esta especie de placeta no se puede aparcar, pero casi siempre vemos coches o furgonetas, si es para descargar o hace un recado rápido, lo puedo entender, lo que es de juzgado de guardia es el riego de aceite que dejo un vehículo, cuyo propietario se largó ni corto ni perezoso, sin limpiarlo, tío guarro.
P.S.C. me envía foto de un viejo somier, acompañado de un viejo colchón, en la calle María Luisa Serra, esquina Vassallo...M.T. otra de un punto habitual clandestino, en la calle Vives Llull, donde están ubicados los contenedores, de una vieja lavadora, viejo colchón, tendedor de ropa roto, etcétera.
Desde antes Navidades pasadas, en la calle J.A. Clavé, antes de llegar al antiguo cuartel de Santiago, hay dos bicicletas de niño encadenadas a un artilugio municipal... aquí no me atrevo después de varios meses, de quien deben ser, parecen nuevas y están abandonadas, un piso por pequeño que sea pueden tener cabida y estarían a resguardo, ¿no te parece apreciado lector?
Una amiga de mi esposa, le comentaba el viaje que ha hecho a Japón y en todas las ciudades visitadas, había limpieza en todas sus calles, plazas y establecimientos públicos. Una cosa que le llamó la atención, fue ver el metro con unos sofás forrados de terciopelo, impecables como si fuera el salón de tu vivienda. (aquí a los pocos segundos los tendríamos rajados y pintados).
La limpieza japonesa es una de las características que definen al país y que los turistas y los nuevos residentes suelen destacar. Vayas donde vayas, ya sea un edificio de oficinas, un parque público, una casa particular o cualquier otro lugar, es probable que esté impecable. Las calles y las instalaciones públicas se mantienen inmaculadas durante todo el día, a pesar de la falta de papeleras y barredoras. La práctica de limpieza en grupo que se practica en las escuelas japonesas y lo que podemos aprender del énfasis que se da en la limpieza en Japón.
El mismo nivel de consideración se aplica a la basura y la suciedad. Dejar basura o espacios sucios puede causar problemas a los demás y se considera una falta de consideración. Por lo tanto, la mayoría de las personas limpian lo que ensucian y evitan tirar basura por un sentido de responsabilidad personal y consideración por el impacto de sus acciones en los demás.
El compromiso de Japón con la limpieza puede sorprender a los extranjeros que visitan el país.
En Japón, muchos niños aprenden la importancia de la limpieza regular desde una edad temprana, no solo en casa, sino también en la escuela.
Los japoneses confían en los hábitos de limpieza y responsabilidad que les inculcan y llevan la basura hasta que encuentran un contenedor o regresan a casa.
El sistema puerta a puerta de recogida de basura, gustará más o menos, pero lo que es impresentable es ver el abandono de viejos enseres, bolsas de plástico llenas de no sabemos que hay dentro… sería recomendable en los sitios conflictivos habituales poner cámaras y multar a los infractores.
Enseñar a los niños de pequeños, en los hogares y la escuela, la importancia de la limpieza sería vital, como teníamos antes «clase de urbanidad».
Si vivim coses veurem.
José Barber Allés
Mochilero
josebarberalles@gmail.com