TW
0

Las playas están, lógicamente, en la periferia de la Isla, pero provocan un efecto llamada cada vez que se asoma el sol para arrinconar la fría sombra. Por eso es habitual ver como la arena que la brisa ha convertido en alfombra se llena de pisadas humanas, de huellas que demuestran que las playas no son solo para el verano. Siempre hay alguien que las disfruta. Playas para todo el año es un buen eslogan de campaña turística, para la promoción que persigue la desestacionalización. Pero para eso hace falta mantenerlas en buen estado de revista. Como los impuestos no dan para gastar demasiado en esta tarea de limpieza, la labor se encomienda a los voluntarios. Como las entidades que forman parte de la Alianza Plastic Free Menorca, que ayer mostraron en Arenal d’en Castell los frutos de su ayuda imprescindible.