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En la actualidad se considera prioritario, en cuanto a la salud ósea y profilaxis de la misma, la protección del fémur, dado que a edades avanzadas es una constante la rotura del mismo con el consiguiente decaimiento general de la persona y su discapacidad funcional.

Es a partir de los 40 años, con variantes individuales, cuando el crecimiento muscular se debilita y es básico incorporar una rutina de ejercicio si no se tenía.

La masa muscular es la que protege a los huesos y en especial los cuádriceps son los que lo hacen con los dos fémures.

Las mujeres, están más expuestas a la fragilidad ósea con la llegada de la menopausia por variaciones hormonales y esta es una razón de peso para trabajar la musculatura. Al tener una relación directa la salud muscular y la ósea, la fortaleza de los músculos hace que llegue más alimento a los huesos que están en contacto con ellos.

A parte de las temidas fracturas de fémur, la osteoporosis es una constante cuando se pierde masa muscular, y en muchos casos es la precursora de las fracturas.

Ya sea con pesas, gomas, brazaletes de carga colocados en los tobillos, días alternos y con una serie de repeticiones y varias vueltas, dependiendo del nivel de entrenamiento de la persona, conseguimos que el músculo guarde en su memoria el esfuerzo realizado e irá mejorando.

Con el descanso, las fibras musculares se recuperan. Por otra parte, se ha comprobado que en las horas siguientes al trabajo muscular sigue actuando la actividad metabólica generada durante el esfuerzo muscular.

Existen fármacos que pueden provocar la pérdida de músculo, como algunos antiobesidad. Es conveniente comentar su ingesta con el médico.

El músculo, en resumen, nos ayuda a mantenernos en la franja de nuestro peso saludable. Es el músculo el que consume la mayor parte de la energía cotidiana.

En las personas con un exceso de glucosa en sangre las caminatas son de gran ayuda. El trabajo muscular disminuye la tasa de glucosa.

Tener una buena musculatura requiere además una alimentación correcta:

- Proteínas. Su ingesta es fundamental para el buen mantenimiento de la musculatura. Ya en el desayuno podemos incorporarlas.

- Las grasas son necesarias. De preferencia, no saturadas.

- Los carbohidratos son fuente de energía. Los cereales, las legumbres, las verduras y tubérculos.

- La vitamina D es necesaria también. Tomar el sol ayuda, durante todo el año y a horas en que irradie suavemente.

El movimiento de los músculos tiene efectos metabólicos en el organismo, es decir el ejercicio físico ayuda a potenciar el metabolismo.