TW

Siguiendo con el artículo anterior, Ejercicio físico y longevidad saludable 1. Las personas de edad avanzada que viven en los lugares del planeta con tasas de longevidad más altas y acompañadas de salud siguen trabajando físicamente y se desplazan caminando. Todo ello se realiza sin prisas siguiendo un ritmo tranquilo. Este es un punto capital dado que se ha demostrado que la vida sedentaria es la principal causa de enfermedad en nuestra sociedad. Al tener la especie humana una genética marcada por miles de años de caminar para desplazarse y de hacer esfuerzo muscular, nuestra fisiología no está adaptada al confort ni a la tecnología actual.

El Dr. Manel Esteller, catedrático de genética y especialista en epigenética que investiga en el Hospital Clínico de Barcelona, da a conocer en diferentes publicaciones de divulgación que: «Como mínimo la mitad de tu envejecimiento está en tu mano». Recientemente ha realizado estudios con material genético de la mujer catalana María Branyas, la persona de más edad del planeta, con 116 años. Ella tiene una edad biológica muy inferior a la cronológica. Según el tipo de vida que sigamos, es decir practicando los hábitos adquiridos, nuestra edad fisiológica puede llegar a ser muy inferior a la cronológica.

Se han realizado estudios comparativos entre gemelos univitelinos, observando como los factores epigenéticos, que son como el ambiente va hablando a tus genes, producen una gran diferencia entre los niveles de envejecimiento entre el uno y el otro. Si uno de los gemelos sigue una vida saludable y el otro vive entre excesos de todo tipo, el primero tendrá una edad fisiológica inferior en varios años al otro.

Los grandes fumadores, grandes bebedores o los que tienen una infección crónica, envejecen mucho antes. La reacción solar en nuestro cuerpo lo envejece, nuestra piel tiene memoria. Existe una adicción a exponerse a los rayos solares llamada tanorexia.

También la gente que practica deportes extremos de forma continua envejece mucho antes. Son factores externos que actúan sobre nuestras células.

El médico astronauta desde hace más de siete años Filippo Ongaro coincide con el Dr. Manel Esteller en que la edad fisiológica o funcional depende del estilo de vida de la persona, mucho más que de la edad cronológica.

La actividad física estimula los procesos metabólicos. Esta actividad debe adaptarse a cada década de la vida, es decir el ejercicio saludable a los 30 años no lo es para décadas superiores. Además, en cada década hay que aumentar la ingesta proteica disminuyendo la de hidratos, para favorecer la musculación.