Montaje del mural y los bodegones de girasoles de Van Gogh realizados por los socios de la AVV Tanques del Carme en el Edificio Calabria del barrio

TW
0

Van Gogh es eterno. Su obra pervive en la memoria colectiva de todos, reconocemos su pincelada espesa, sus colores vibrantes y hasta conocemos la anécdota de que se cortó una oreja. Es seguramente el pintor más reconocido en el mundo entero.

Pero no siempre fue así. Cuando el pintor Van Gogh vivía en París y no le conocía nadie hizo una primera exposición en un restaurante con pinturas de unos girasoles cortados. Un día el entonces ya famoso pintor Paul Gauguin los vio y los alabó, ya que Gauguin era de origen peruano y allí son unas flores de bienvenida. Un año más tarde, Van Gogh le invitó a compartir casa y proyecto artístico en la ciudad de Arles. Gauguin aceptó -presionado por Theo, el hermano galerista de Vincent, con quien tenía una deuda-. Antes de que llegara Gauguin Van Gogh pintó siete obras con girasoles para decorar la casa y darle con ellas la bienvenida.

Collage con gurruños de papel de revista para representar la textura de la pincelada de Van Gogh

Los girasoles son símbolos solares: el amarillo representa el sol y la vida, y también representa a Cristo, que era, para Van Gogh, el sol de la vida. Una luz a la que hay que seguir, como hacen los girasoles.

Como ya sabe todo el mundo, Van Gogh solo vendió un cuadro en toda su vida, pero después de muerto se volvió muy famoso y sus siete bodegones de girasoles se encuentran en los museos más importantes del mundo. Salvo uno, que fue destruido en la II Guerra Mundial y otro, de un particular y que salió a subasta en 1987. El comprador fue la compañía de seguros Yasuda, con sede en Tokio, que pagó 40 millones de dólares de la época y la guardó en una caja fuerte. El impacto de esta intrusión de la especulación en el arte conmocionó el mundo entero. Ese mismo año, una artista inglesa, Rose Finn-Kelcey, reprodujo la imagen de los girasoles hecha con monedas, para representar que el arte se había convertido en dinero.

Rose-Finn-Kelcey. «Boureau of change», 1984. Los girasoles de Van Gogh hecho con monedas para representar el arte convertido en dinero

Este año el proyecto municipal de MAÓ + FLORS estaba dedicado al arte. La Asociación de Vecinos Tanques del Carme se había deshecho antes de la pandemia y una nueva junta directiva llena de entusiasmo tomó el relevo con intención de crear comunidad y crear vínculos sociales. Queríamos dar la bienvenida a los vecinos y a todos los que quisieran acercarse a conocer nuestro barrio. Así que pensamos hacerlo con girasoles, como Van Gogh. Enseguida nos pusimos en marcha para reproducir uno de sus bodegones a tamaño gigante. Como queríamos que fuera una actividad colectiva nos pusimos en contacto con otras entidades del barrio, como el Club Unión Deportiva Mahón o el Claustre del Carme. ¡Todos a hacer girasoles de bienvenida! Las chicas del patinaje incluso crearon una coreografía preciosa con la canción «Girasoles» de Rozalen. Colaboró también Caritas, que tiene su sede en el edificio Calàbria del barrio, y el Centre de Dia d'Atenció a la Salut Mental. Calàbria es un edificio histórico de la ciudad que acoge a entidades con vocación de ayudar a la gente. Es un edificio poco conocido por quedar un poco apartado del circuito turístico y ciudadano.

Serie completa de los Girasoles de Van Gogh, 1888-89

Este Centro de Día y sus usuarios se tomaron mucho interés en el proyecto y reprodujeron versiones de «La noche estrellada» de Van Gogh,  una obra que pintó precisamente mientras Vincent estaba residiendo voluntariamente en un centro para mitigar su trastorno mental.

La asociación de vecinos quiso rendir un homenaje a Van Gogh y realiza este mural efímero no con monedas sino con cartón, cola y recortes de revistas de moda; reciclaje de ofertas de consumo, noticias también efímeras y prensa rosa. Una propuesta abierta a la interpretación y con la que queríamos dar la bienvenida a todos a nuestro barrio. Hacer pueblo entre todos.

Luego el clima adverso con amenazas de lluvia y tramontana no permitió celebrar el acto festivo previsto. Cuatro días después de colgarlo la brigada municipal vino a retirar el mural. Van Gogh es eterno, pero nuestra obra no.