Son muchas las circunstancias que nos unían al Notario D.
Juan Flaquer (Mahón 1877-Madrid 1963), algunas personales por vecindad o por
amistades de nuestros padres y abuelos, pero las más recientes, las
relacionadas con María Luisa Serra y sus trabajos sobre la Basílica
Paleocristiana de la Isla del Rey , sobre los que nuestra Fundación siempre ha
querido dejar testimonio. De hecho con el apoyo de la familia, María Luisa
está presente entre nosotros
representada por un bello busto del escultor Ramon Cuello mirando a la bocana
del Puerto, a este mar de civilizaciones que fue y es nuestro Mediterráneo.
A la vez su familia, nos cedía su despacho y algunos
objetos personales como su máquina de escribir.
No debe extrañar entonces que cuando
Luis Ydoate Flaquer, nieto de nuestro Notario tuvo que deshacerse del
monumental legado de su abuelo, pensase también en la Isla del Rey y nos depositase
su mesa de despacho y algunos objetos personales como su bastón. Ahora se han reunido en una magnífica exposición que
ha organizado el Museo de Menorca, que recoge parte importante del legado
depositado por la familia. Hablamos de más de tres mil piezas, entre ellas los doscientos y pico pequeños "vasos de fondo alto" parte del
enigma de los cuatrocientos encontrados en la cueva de Sa Mola en Alaior y una
valiosísima colección de monedas.
Primera valoración: el enorme altruismo de la familia,
representada por Luis Ydoate. Fieles a la voluntad de su abuelo, superando
–imagino-tentaciones, han querido que su legado permanezca, integro, entre
nosotros.
Solicitada una visita guiada el mismo día de la inauguración
de la exposición, acudimos el sábado 7 de Marzo una cincuentena de voluntarios
de la Isla del Rey a la cita con Flaquer
y con quienes han realzado con enorme y apasionado trabajo de gran
calidad, su legado.
Octavio Pons y Cris Bravo se encargaron de conducir los dos
grupos en que habitualmente nos dividimos: españoles e ingleses. En la sombra
sabíamos que estaban Montserrat Anglada y otros colaboradores bien coordinados por
su directora Carolina Desel, una voluntaria nuestra que perdimos –y nos
alegramos- al ser nombrada Directora del Museo.
Al valor de la información, aportaron nuestros guías el entusiasmo
de la investigación, la satisfacción del trabajo realizado. Yo le llamaría
vocación. En muchos sentidos recordaban la forma con que los guías en la Isla
del Rey explican lo que hay en sus salas: porque lo han vivido partiendo de la
nada.
Segunda valoración: en la función pública, cabe la vocación y
el entusiasmo, con claro espíritu de servir a la sociedad. Hay muchos puntos de
encuentro con el voluntariado, algo que debemos potenciar y valorar.
Nuestra sincera enhorabuena y nuestro agradecimiento a la
familia Ydoate Flaquer y al gran equipo del Museo de Menorca.
Esta es la sociedad de la que debemos sentirnos orgullosos. Esta,
que se apoya en trabajos multidisciplinares, que transmite cultura, que es
generosa, que supera esta tentación innata nuestra de decir no a casi todo. ¡Gracias
a todos!.
Luis Alejandre Sintes
General (r)
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