Las calles y plazas de las diferentes poblaciones de la Isla se inundaron este jueves de disfraces, colorido y creatividad, pues no en vano se rindió homenaje a la celebración del Dijous Jarder, la jornada festiva en que los niños y las niñas gozan del auténtico protagonismo del Carnaval.
Los colegios de Maó dieron una buena muestra del trabajo realizado por el profesorado y el alumnado en la creación de los disfraces que durante la mañana de este jueves pudieron lucir en las calles y plazas, lo que originó un gran ambiente festivo que no pasó desapercibido por los ciudadanos que en a aquellos momentos transitaban por las calles, ya fuera por motivos laborales o por el simple goce de pasear.
La Plaça de la Constitució fue el centro neurálgico de la celebración, con un encuentro protagonizado por los diferentes centros escolares que permitió observar la variedad de los disfraces. Así, en la plaza surcó una embarcación con su dotación de marineros, un equipo de submarinistas estaba a punto para realizar una inmersión en el mar, un grupo de astronautas de la NASA se dio cita para llevar a cabo una misión espacial, y además fue el escenario elegido por un grupo de pintores que con pincel y paleta querían inmortalizar algún rincón urbano, entre otros disfraces como piratas, payasos, princesas, animales y peces.
En Sant Climent, la escuela infantil protagonizó una jornada de puertas abiertas, tanto por la mañana como por la tarde, para que las familias de los alumnos y el vecindario en general pudieran admirar los diferentes espacios del edificio que fueron ambientados con la obra de la artista japonesa Yayoi Kusama, que se caracteriza por la creación de obras con la colocación de puntos y colores.
En Bernat Figuerola fue, un año más, el protagonista del Dijous Jarder en Alaior. Los alumnos más pequeños de las escuelas protagonizaron el recorrido por las calles de la ciudad, que concluyó con la obligada visita al personaje más singular del Carnaval que les estaba aguardando en el Ayuntamiento.
En Sant Lluís, el CEIP Sa Garriga i la Escola Infantil Ses Canaletes participaron en la tradicional rua matinal que recorrió las calles de la población. Momentos antes del inicio de la rua, los alumnos de ambos centros se concentraron frente a la residencia geriátrica y centro de día para que los usuarios de ambas instalaciones pudieran admirar los disfraces que profesores y alumnos diseñaron durante las últimas semanas.
Por la tarde
La fiesta prosiguió durante el horario vespertino del Dijous Jarder con la celebración de diferentes actos. En Maó, Ritmo Menorca y sus mascotas animaron la gran fiesta infantil que tuvo lugar en la Esplanada, mientras que en Alaior, la batucada Batu-Lô amenizó un pasacalles con la participación de Bernat Figuerola y, por su parte, los jubilados protagonizaron un baile en su local social en el que no faltaron las coques y el xocolati.
La animación también siguió en Sant Lluís, en este caso gracias al dinamismo del Casal de Joves del Molí de Baix, que organizó unos talleres de Carnaval en el Polideportivo Municipal, en el que los jóvenes participantes pudieron poner a prueba su creatividad, habilidad e ingenio con los temas seleccionados de China, Venecia y Menorca. Asimismo, en el recinto deportivo también se celebró una animación infantil que contó con la participación del grupo Pinyeta Pinyol.
Ferreries, y concretamente el Club de Jubilados de la población, también se sumó a la fiesta de Carnaval con una baile de disfraces.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.